sábado, 8 de octubre de 2011

Padilla. Una vida entre dos orillas. Como Caronte.

Padilla en Pamplona con Miuras, en una de sus victorias sobre la vieja de la guadaña

















Padilla es la sonrisa del hombre que vive acampado al filo de la navaja. Legionario romano al paso marcial de los jaleos de Jerez. Un tipo sin fisuras, hecho de una sola pieza que no deja indiferente a nadie. Misterio pendenciero de un hombre pegado a unas patillas, que diría Quevedo. Un héroe con espiritu de boy scout capaz de matar la camada cinqueña de Miura con su navaja suiza. Un ciclón que, como buena tormenta tropical, deja huella imborrable a su paso: a veces desertiza, otras arrasa. Maestro que se equivocó de época al nacer, por hacerlo un siglo tarde perdió un reino al sur de Despeñaperros, aunque en el norte ganó trato de Lehendakari. Ahora, al tatuaje de torero que le hizo un tatuador de Zahariche en Pamplona, le va a sumar otro parche en el ojo, distintivo de jerarquía como pirata de los mares, su otra gran pasión. 

El bueno de Juan José, al que nunca aguanté como torero, ha vuelto a esquivar la parca. Parece Caronte, el barquero que por un óbolo cruzaba de orilla a las almas errantes, de la costa caribeña de la vida al fondeadero de la muerte, y al que unos pintaban como demonio alado y otros como un viejo desaliñado con ropajes extraños. Quizás Padilla tengo algo de eso, de picardía de diablo y del saber de viejo estrafalario, por cojones curado de espanto. Tal vez la explicación a sus aventurados viajes reside ahí: en la chulería de ver como en cada uno de ellos coloca la guadaña al cuello de la afición del más pintao. En sentirse dueño de dos mundos. En ponerselos por montera. 

Fuerza, Padilla.

7 comentarios:

MARIN dijo...

Nos podrá gustar mas o menos su tauromaquia Antonio, pero lo que no podemos negarle al de Jerez es la trasnsparencia y la honradez que ha tenido siempre para con el toro.
Si te quita el sueño solamente el pensar que tienes que matar una de Miura al año y no ves la hora de que termine esa corrida, imaginemos lo que tiene que ser pasar toda una temporada viviendo en la misma baldosa. Y el año que viene y el otro mas...
No quiero pecar de fariseo y reconozco que jamas estuvo entre mis toreros favoritos pero siempre estuvo entre los mas ADMIRADOS. Y lo digo a corazón abierto. A esa lista podemos sumar muchos: Rafaelillo, Javier Valverde, El Fundi, Robleño, Fandiño... toreros que sin ellos, ganaderias como Miura, Victorino, Cuadri, Dolores Aguirre, etc... no serian mas que una pieza de museo mas. El aficionado esta en deuda con ellos, o por lo menos así lo creo yo.
Un saludo Antonio.

Anónimo dijo...

Que bien escribes tio!! Ojalá este torero pueda disfrutar de la vida porque se lo merece.

Un saludo.

El Cabesssa

Xavier González Fisher dijo...

Antoñito: ¿Me das permiso de poner mi firma al calce?

Antonio Díaz dijo...

Of course, my friend!

Anónimo dijo...

Padilla, como Don Blas de Lezo (cojo, manco y tuerto), volverá a la batalla.

Luis Miguel.

Antonio Díaz dijo...

Marín, que razón llevas: uno de los toreros que debería de ser de los más admirados y con el que quizás se es más injusto. Yo me pongo el primero. Que hipocritas somos a veces los aficionados, yo desde luego, cuando necesitamos de una desgracia de estas para alabar a alguien que por lo menos el respeto ya merecía... En fin.. que se recupere lo antes posible.


Gracias Cabessa, seguro que va a volver a disfrutar de la vida. No lo pongo en duda. Hace ya que no te veía por aquí...


¿Don Blas de Lezo? Es una de las mejores comparaciones que podías poner. Me alegra mucho, Luismi, que siendo tan joven sepas la historia de ese titán de los mares. Y español. Que me rio yo cuando llaman a los cansinos del tenis "la Armada Invencible". ¡Já!


Un saludo

Anónimo dijo...

Bueno un poco más al margen en los comentarios pero siempre informado y siendo fiel al blog...

Un saludo. El Cabesssa