domingo, 8 de abril de 2012

¡Otra vez juntos!




Octavo día del cuarto mes del año doce, ya del milenio tres. Cincuenta abriles desde la tarde en la que Joselito y Belmonte volvieran a hablar de sus asuntos, como en aquellos larguísimos viajes en tren, sentados en el compartimento del mismo vagón, a modo del par de compadres de toda la vida, para luego salir por peteneras, José por uno de los vagones de cabecera y Juan por la cola del convoy, como dos viajeros condenados a no conocerse. Cincuenta años que llevan charlando de lo suyo, en un tren que no tiene destino ni hora de llegada.




1 comentario:

Retablo de la Vida Antigua dijo...

En el fondo no puedo definir la tauromaquia pero los gestos de Belmonte,en especial el último, son la prueba más clara de que no es una fiesta.