viernes, 16 de octubre de 2009

Viernes de Dolores


Plaza de toros de La Misericordia. Feria del Pilar. Novena de abono. Un tercio de plaza. Toros de Dolores Aguirre. Fernando Robleño, Serranito y Joselillo.


Dolorosa y decepcionante corrida de toros la enviada por Dolores Aguirre a Zaragoza. Los que teníamos marcada con una X la fecha en el calendario nos hemos llevado un chasco de los grandes. Petardo en toda regla, sin paliativos. Primero, en presentación, un punto por debajo de lo esperado. Muy desiguales, algunos con cara de novillo, como el tercero de la tarde. Aún así, con una corrida tan mansa y mala, se vieron enormes lagunas tanto en los matadores como en los subalternos. Hoy día la inmensa mayoría están preparados para poner posturitas y acompañar la embestida del toro facilón. De lidiar, ni idea, ni falta que les hace para hacerse con el cortijo. Mal durante toda la tarde los varilargueros, no se salva ni uno, algunos además de montar mal y demostrar mucho miedo son inmensamente torpes. Daría gusto verlos hace un siglo en una corrida sin petos. Los subalternos de a pie no les van a la zaga, capotazos y más capotazos, sin tener ni idea de colocación en la plaza, con algunos de ellos daba la impresión de que no sabían lo que era un toro manso.

Tenía uno ganas de ver al gran Robleño, que apenas ha tenido oportunidades este año. Pechó con un primero manso, muy mal lidiado que no tardó en orientarse mucho con la muleta. El diestro estuvo por allí, insistiendo, con muchas precauciones, metiendo pico y fuera de cacho. Un tanto dubitativo para como lo hemos visto en otras ocasiones. En su segundo estuvo más entonado, le saca un par de tandas más emocionantes en el inicio de faena. El de Dolores se agría pronto y deja demostrar toda su técnica y oficio, esta vez sí, al Robleño de siempre. Entra a matar mal y la cosa se desinfla. Tal y como están los públicos me queda la duda si le hubieran pedido la oreja. Espero que le den más oportunidades a este pequeño gran torero el año próximo.

A Serranito, que todos los años mata algunos de los hierros duros, habría que explicarle lo que es lidiar, tomar el mando en la plaza. La lidia a su primero fue un disparate, un esperpento, al picador debió la benemérita ponerle el globo para que sople. Hasta cinco veces tuvo que ir el toro al caballo, en las dos primeras no fue capaz de acertar en lo negro. Después acertó, pero donde le dio la gana. Tela de guasón en la muleta, lo mejor que hizo el coletilla fue abreviar, aunque en el poco tiempo que estuvo se le vio desbordado, sin ideas, como preguntándose que hacer con un manso. Ni un solo muletazo de castigo, macheteo o pases por bajo. Lo dicho antes, si no es para poner posturitas se ven superados por los acontecimientos. A su segundo lo frió en el caballo y llego muy parado a la muleta donde no tuvo ni uno. Luego se quejan algunos toreros porque torean poco... En cambio a mi me parecen que lo que torean es mucho...

Joselillo fue el más suertudo de los matadores. El único astado con posibilidades le tocó en tercer lugar. Un toro feo, con la carita lavada y andares caballísticos que se dejó pegar algún muletazo más templado, eso sí, con el torero siempre fuera de cacho y muy prevenido. Mató de una estocada pescuecera. En el que cerraba la tarde estuvo voluntarioso, en profesional con un toro que se movió más pero con nula clase. A espadas, otra vez mal.



2 comentarios:

pedrito dijo...

De ambos partes de los Pireneos es lo mismo: cuando hay toros, los toreros de plata o de luces son ausentes. Una vergüenza! Pero al aburrimiento de las faenas estandard delante toritos, cabras, bovinos anovillados invalidos y perrillos falderos, el pùblico aficionado les prefiere mansadas con casta.
Los bichos, ellos, trasmiten, mientras que las figuritas proban torear los tendidos para esconder su miedo o -y- sus insuficiencias
Un saludo galo de Pedrito
http://puraficion.blogspot.com/

Antonio Díaz dijo...

Bienvenido Pedrito, considere ésta su casa. Estoy totalmente de acuerdo con usted, cuando hay toro no hay toreros. Y cuando los toros son como los de ayer se ven todas las carencias en la lidia. En el fondo creo que es un problema más de afición que de insuficiencias. Siendo buen aficionado se puede aprender a lidiar bien, a conocer todos los terrenos y los comportamientos del toro bravo. Pero muchos de estas figuras de hoy en dia cuando ven un toro manso o encastadito son incapaces de conocer nada. Falta de afición se llama eso.

Saludos