Uno de los argumentos que los toreros, no nos engañemos, todos o casi todos están a favor del paso a Cultura, han esgrimido para defender la dignidad y supervivencia de su oficio, es el de que la Tauromaquia es un arte, una tradición, una liturgia que forma parte -indivisible e indisoluble- de la idiosincrasia de este país. A mí me parece que es así. Ahora bien, ¿por qué no son consecuentes con sus palabras? ¿Por qué nos hacen pasar tantos bochornos? Ya no vamos a entrar en el respeto a la ética y la ortodoxia, que sabemos que no lo tienen, pero por lo menos las formas sí que deberían cuidarlas. Tan difícil no es. No hablamos de torear Miuras, ni de presentarse siete tardes en Madrid.
Y es que no me imagino a Plácido Domingo cantando en el Teatro Real con una chupa de cuero o a un legionario cantando el `soy el novio de la muerte´en tanga.
Señores maestros, sean consecuentes con sus palabras, y sobre todo, con sus actos.
8 comentarios:
¿Quién fué el que dijo, para ser, hay qué parecer?
Esos de las fotos, con sus "disfraces" ni parecen y con la mayoría de sus actitudes, no dan a entender que son.
Un abrazo.
Antonio:
Me parece bastante mal que hayas trucado estas fotos con el photoshop para ridiculizar a unos doctores en tauromaquia. No creo que Daniel Luque se haya prestado a torear vestido de barquillero, ni a Padilla de Apache parisino, ni a Finito de gangster famélico, ni Cayetano de cortina de palacio, ni a Ponce de Duqyesa de Alba. O a lo mejor están sin trucar ¿no? Y que luego digan que la gente ya no se arregla para ir a los toros.
Un saludo
Xavier, lo son aunque no lo parecen, y bien cerca que los vas a tener ahora por una temporada. Si de mi dependiera, a algunos te los dejaba allí unos cuantos años -o décadas-. No los ibamos a echar de menos por aquí.
Enrique, hace un tiempo la foto de Luque disfrazado de capa la colgó y comentó Paco Abad en el Aula. Y estoy con él: es de una falta de respeto enorme eso de vestirse de `pobre´. Los maletillas llevaban jarapos, ropas raídas por los porrazos y el tiempo, gorrillas con más horas de circulación que un taxi y pasaban sus fatiguitas. Me parece hasta provocativo, fíjate bien lo que te digo. Y creo que lo de este torero no es malicia, sino ignorancia.
Saludos
Antonio:
¡Ahí le has "dao"! Y es que la ignorancia es muy mala. Yo siempre recuerdo a Domingo Ortega, un señor que pasó de cuidar vacas a torear toros, inculto, sin pulir, un patán, pero con una cabeza privilegiada que le fue convirtiendo en un ser único, que lo mismo daba una conferencia, que toreaba, que representaba el Tenorio y con una sabiduría inmensa. Y lo que yo recuerdo de él, lo mismo cuando fue asesor en las Ventas, que ganadero o hablando de toros, tenía una humildad e inteligencia tremendas y cuando hablaba había que callarse. Como los de ahora, vamos. Ese solo podía haber formado la mesa del toro, la silla y el comedor entero, pero es que antes eran toreros, matadores de toros.
Un saludo del abuelo Cebolleta
¡Pero qué te hemos hecho Antonio!, ¡mira que dejarnos esos adefesios por aquí un tiempo largo...! ¡Menuda penitencia! Quién sabe qué "pecados" nos atribuyes...
¿Habéis visto a Ruiz Miguel bailando en un festival en El Jimenado? Me ha dado pena del novillo, de él y de la fiesta.
Xavier, Dios me libre de acusar a un pueblo tan honrado como el tuyo de pecador. Ahora bien, deberías de saber que es de buen cristiano compartir el sufrimiento y el dolor de los hermanos. Así, que ¡ahí los lleváis! Os váis a ganar el Cielo en un cuarto de hora.
Juan, yo no lo he visto, pero ¿tu que haces viendo esas cosas? Por cierto, estoy completamente de acuerdo, y me ha encantado, la entrada de tu blog `no hay mayor ciego que el que no quiere ver..´
Saludos
¡Ahora sí que la hemos liado! A partir de ahora, me convierto en sarraceno...
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