sábado, 9 de enero de 2010

Retornos



Las segundas partes, además de que nunca fueron buenas, suelen carecer de la grandeza, la vehemencia y la dignidad suficiente como para que el héroe vuelva a ocupar el lugar perdido en el edén de los aficionados. Por no hablar ya, de volver a ser escuchados por los ``rockefeller´´ capitalistas que planchan sus nalgas en las poltronas de algunos despachos.

Son muchos los que vuelven del otro lado, el de lo mundano, donde habitamos las personas de carne y hueso. Ése donde hay que pedir mesa para cenar en un restaurante (cuando se puede), donde hay que tirar de créditos e hipotecas para malvivir en un piso de 80 metros, donde si alguien te reconoce por la calle es para reclamarte alguna deuda, y donde las únicas rubias siliconadas que vemos están en Interviú en formato Din A-4. Y es que cuando te conviertes, o te han convertido, en un semidiós, un titán de leyenda griega, en un Rodrigo Díaz de Vivar, debe de ser un infierno y un serio problema volver a la simpleza del hombre, al salario del obrero y a la docilidad del subordinado.

Ortega Cano, Juan Mora, Jesulín de Ubrique, Victor Puerto o El Tato son los últimos en volver del viaje, casi todos llevan en el esportón un mismo objetivo: la recuperación de la boyantía de sus carteras. Sea al precio que sea. Así Ortega Cano se ha convertido en el hazmerreír del aficionado; la vida de Jesulín la comparten las revistas del corazón y el clan estomagante de los hermanos Romero y Ruiz Miguel; a Víctor Puerto lo escuchamos cada dos por tres, desde hace años, contar lo mismo sobre su hipotética vuelta en la radio de Molés cuando no hay nada más interesante que ofrecer al oyente; a Juan Mora las cornadas y un cambio de apoderamiento, maldito el día, lo dejaron aparcado para (casi) siempre y del Tato se puede decir que fue un torero más que digno que hizo todo lo contrario que José Tomás: anunciarse en La Maestranza, Las Ventas, el Bocho, Iruña, La Misericordia y allá donde se le requirió, encartelado con toreros artistas, lidiadores, jóvenes, veteranos, figuras, paquetes y demás elementos del escalafón. Con encastados clientes como Isaías y Tulio Vázquez, Victorino, Pablo Romero, Miura o Baltasar Ibán.


A continuación, y a modo de homenaje, cuelgo un vídeo de la faena de `` El Tato´´ con un Victorino, el 11 de Abril del 97, en la Feria de Abril de Sevilla. Espero que tenga mucha suerte y el suficiente decoro para dejar un buen sabor de boca a sus partidarios, entre los que me incluyo.










1 comentario:

Anónimo dijo...

Sr DIAZ, le pido a Vd la autorizacion de publicar "RETORNOS" en mi blog "PURAFICION".
Si no quieres, lo barraré en seguida.
Enhorabuena por su ""papel" qie me encanta.
Pedrito