Uly Martín |
León, Granada, Alicante, Algeciras, Burgos, Toledo, Badajoz, Sanjuanes y Corpus, con cuarenta grados a la sombra, media España de vacaciones y la otra media en paro. Estampas y lugares de estos días en los cuáles hemos visto el verdadero estado de la Tauromaquia. Con tardes cumbre en antitaurinismo, como la de San Juán, en la que se han lidiado en un par de horas más toros de Zalduendo que los que han salido de la finca de Barcial en los últimos años. O como este fin de semana negro, que culmina con Cayetano indultando en el León Arena a una birria de la misma ganadería cacereña, al que dicen le pegó ¡130 muletazos! mientras que en Madrid, que es la plaza destinada a poner orden, se cargan los veterinarios, por falta de romana, una novillada del Hoyo de la Gitana y una corrida de Assuncao Coimbra que esperaban los abonados como agua de mayo.
Como protagonistas, los Hombres G, esos diez titanes que han intentado vendernos la Vespa gripada del arte, la cultura y no se cuántas chuflas más, amparados en la infinita avaricia de las empresas, la ineptitud taurina del público y el achantamiento ante las presiones y pocas ganas de complicarse la existencia que muestra la Autoridad. Con estos, no ha habido feria sin líos de corrales, festejo en el que no se hayan visto toros con claros síntomas de afeitado, ni lidia durante la cual no se haya violado el Reglamento. Todo a cambio de un puñado de orejas, cuatro perras gordas y un ramillete mustio de elogios escritos en prosa churrigueresca con los que los revistosos les dan su ración de coba y linimento.
Este era el cambio que nos prometían cuando el trasvase ministerial, cuando juraron renovar el tinglao y acomodarlo a los nuevos tiempos. Que parece que no son tan nuevos, pues la sociedad ha respondido: ninguna plaza llena y mucho cemento en los tendidos, la media entrada se puede considerar un éxito. ¿A ver si es que va a ser que la renovación pasa por un regreso a las raíces, a la emoción y al Toro?
¿No se habrán pasao estos muchachos de modernos?
1 comentario:
Ojiplático y trémulo me dejan estos gestos, Antonio. No sé si es que el haber empezado a interesarme por los toros pasados ya mis 30 añazos me impide entregarme al arte y la emoción de estos Hombres G-10 sin poner por delante la sinceridad y el respeto, que debería ser mutuo entre toreros y afición, y que cada vez se parece más a los combates de lucha libre, que sabes que lo que estás viendo es mentira, pero aplaudes porque aplauden todos. Es recurrente decir esto, pero la Fiesta nos la cargamos desde dentro, no hace falta que venga nadie de fuera a aniquilarla.
Salud y Suerte.
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