sábado, 20 de marzo de 2010

La pequeñez del toreo

Pachi Rivera, la viva imagen de sus ancestros. Torosvalencia.com



Plaza de toros de Valencia. Feria de Fallas. Duodécima de abono. Tres cuartos de plaza. Toros de Jandilla para Rivera Ordoñez, Fandi y Rubén Pinar.


Los de Borja Domecq, chiquitos, con cara de jóvenes doncellas, una cucada para estas estrellas del firmamento taurino. Se dejaron deshonrar sin poner impedimento alguno.



Francisco Rivera Ordoñez es a la tauromaquia lo que Francisco Camps a la política. Hay que tener muy poca vergüenza, muchas ansías de dinero o mucho de ambas a la vez para tener tan poco respeto a un arte por el que tus antepasados derramaron su sangre y estuvieron siempre dispuestos a pagar con la vida. Es más fácil encontrar mesa en el Bulli que ver torear con algo de decoro al mayor de los Rivera.



Del esquiador granadino es mejor ni hablar. Cualquier parecido con un torero es mera casualidad. Es un rejoneador bípedo. Las banderillas más puras que ha ofrecido en su vida fueron unos pintxos a los que invitó a la Gorda en Bilbo, aquel mismo año en el que toreó bien al natural según los eruditos del Plus. Aún así, es un tipo con buena ventura para perjuicio nuestro. Tres tardes en Fallas, ni más ni menos. En Granada, ya nos lo tienen preparado tres de seis tardes. Será el décimo año consecutivo que torea tres veces en la Monumental de Frascuelo.



La oreja de la tarde, que es ya una tradición en cada corrida del ciclo valenciano, fue a parar, por sorteo entre el público, a Rubén Pinar. Quizás sea justo reconocer, pues todo no va a ser poner palitos en la rueda, que el albaceteño ha estado mejor que en otras ocasiones. Toreó con más pausa y menos electricidad que casi siempre. Sólo estuvo mal. Algo va mejorando, de aquí a diez años lo mismo se reinventa, como su deidad, el Juli. Mientras tanto, no seré yo quién compre una entrada para verle dar pases como un lunático.



Mañana, festival benéfico en favor de la lucha de Simón Casas contra la integridad. Ponce se trae un juanpedro, Morante un Cuvillo y los demás hierros serán Garcigrande, Zalduendo, Capea, Victoriano del Río. Se supone vendrán desmochados antirreglamentariamente, como biene sucediendo en toda la feria.

2 comentarios:

malagueto1 dijo...

Totalmente de acuerdo con la crítica.
Me alegra que varios entendidos en la materia ( Tu, Picornell, Hervás, etc) hayan dicho que Ruben Pinar es un petardo.
Lo dije yo en una crónica que hice del "angelito" en San Isidro y faltó poco para que me lincharan.

Saludos

Antonio Díaz dijo...

Pues yo tengo la inmensa suerte de no conocer a nadie al que le guste Pinar. No tiene nada bueno, ni para el aficionado, ni para el público más bisoño en la materia. Fijate que puedo llegar a enteder, a duras penas, que a alguién le guste el Fandi, Ferrera o cualquier otro pegapases. Tienen algo diferente, aunque sea para malo, pero Pinar es soso, monótono, no tiene nada que aportar en la Fiesta.


Saludos