Toro de la Quinta lidiado en Málaga en la tarde de July y Manzanares.
Con trapío de plaza de tercera. Pepe Pastor
A raíz de las palabras de Manzanares en Clarín, diciendo que se está abriendo a más encastes poco a poco, y con afán de explicar las cosas cómo y porqué son, copio un extracto de la entrevista, hecha durante la pasada primavera, en Encastes Bravos, a Alvaro Martínez Conradi (Clic aquí)
-¿Con qué disfruta usted mas, con una vuelta a un ruedo en una plaza
torista o con una puerta grande de una figura del toreo?
-Es una pregunta difícil, las dos cosas me agradan. Pero… criamos un toro para que el torero se ponga delante de él , yo quiero un toro bravo que sirva para el torero, las figuras y todos los toreros que se pongan delante. Si esa figura es capaz de cortarle las orejas y dejar que el toro desarrolle su bravura, le pueden dar la vuelta al ruedo también. No es necesario que sea torista, porque no es porque sea torista, el toro es torista, pero lo crio para que lo toreen los toreros. El espectáculo torista de bravo en el caballo y que después en la muleta no sirve, no es torista, es un toro que si que es bravo. Pero nosotros estamos intentando criar un toro bravo en el caballo, bravo en la muleta para que el torero triunfe.
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Quiero demostrar que aquí no hay filias ni fobias, admiramos a "el que lo hace", pero me siguen importando las formas y la ética en el toreo, que no es cualquier profesión. No todo vale. No todo tiene justificación. Ni siquiera por acercarlo al resto de la sociedad. Evolución no tiene que implicar tener que remover los pilares de la lidia: el Toro, la emoción y los cánones. No es para mí más torero uno que da veinte pases bellos, como no los daría nadie, que otro que es capaz de pegarle docena y media de lapas a un Toro al que no se los daría nadie. Son tauromaquias distintas y válidas, siempre que existan unos mínimos. Lamentablemente, ese listón en los últimos años, y siempre en nombre de un arte falso y desnaturalizado, se ha ido rebajando hasta límites que nos han echado encima al resto de la sociedad. Esas tardes con toros medio inválidos, sangrando como cochinos, arrastrando lenguas y dando más pena que Bambi cuando palmó la madre, son la principal causa de la zirrosis taurina. Y sinceramente, me extraña que haya aficionados que se echen las manos a la cabeza cuando se critica a un torero que basa su carrera -hablamos de cientos, miles de toros- en despenar esta clase de animales lastimeros. No puedo aplaudir, porque no me sale, a aquellos que dejan, con su desprecio y egoísmo, que todos los años vayan un par de encastes al matadero. Para ponérmelo peor, encima quieren hacernos comulgar con ruedas de molino, camelándose a la basca con un discurso basado en mentiras y afrentas hacia la Historia. Que los miuras o los veraguas, por mentar dos bichas del taurineo, no valen para torear. Pero qué cojones, entonces a qué se han estado dedicando en Zahariche o la Ruiza en estos siglos. ¿Al contrabando de tabaco en camiones llenos de toros de no-lidia? Ya es que ni los de Alcurrucen quieren. ¡Venga ya!
Es humano que un tío ya rico, que tiene un dinero bien y justamente ganado, se haga fan de la comodidad. Se comprende. Quizás, si estuviera en su lugar, yo haría igual, pero mi posición es otra, que ha de estar siempre, por el bien del espectáculo, en permanente conflicto con la mira del profesional. Desde el tendido queremos esfuerzo, no comodidad; pelea, no claudicación; oficio, y no arteras trampas; y si después de todo esto, ahí hay un tío que es capaz de ponerle sabor, apostura y donaire a la obra, entonces gritaremos a los cuatro vientos un ¡viva el arte! Pero si no, que no nos vengan con los cuentos de la musa que era gitanilla o la antología a la importancia de escacharrar relojes, que ya hay muchos aficionados, con poco de primos, a los que les salieron los pelos de los cojones sentados en un tendido.
Ahí están expuestos los números, bien claritos, en la casa de Andrés Verdeguer, gente afable, que no se caracteriza precisamente por ser un anti-nada. Domecq, Domecq, y más Domecq. Además del malo, el toreable y eso, nada de Fuenteymbros, nada de Joselito, que son con los que más pueda comulgar el aficionado. Algún Núñez, por equívoco, como los gaviros de Graná, los del Capea, que van muy bien para rejones, y los santacolomeños de la familia Conradi, a los que a la foto me remito. Aquí no se inventa nada, no se levanta uno por la mañana a las seis pensando en ver como fastidiar a fulanito de tal. No. La realidad es incontestable. Aunque los gustos personales de cada cual puedan deformarla. Aún así, ahí está.
Valga el rollazo para aquel partidario con anteojeras que cuando se hace una crítica a su torero sólo ve manos negras. No las hay. O yo no las conozco. Y si las hubiera, que antes de buscar la paja en el ojo ajeno, mire la viga en el propio, pues las más de las veces, demostrado está en este mundillo, quién más tiene que tapar precisamente, y a las pruebas me remito, es el que está dentro.
4 comentarios:
Bien, Antonio, bien....
Cuidado que dice tonterias el Conradi, quien le ha visto y quien le ve.
con que facilidad lo clavas antonio. chapoo.
es facil, el que no pueda, unos doblones, patita pa tras y lo que sea, y a aguantar una fuerte pitada. ESO NO JUSTIFICA RECUPERAR A BAMBI ENGAÑANDO A 4 INCAUTOS, Y LO QUE ES MAS GRAVE, TIRANDO POR TIERRA LA TAUROMAQUIA DE MI PAIS Y QUE ENCIMA ES MI GRAN AFICION.
NO LO PUEDO CONSENTIR, NI JUSTIFICAR.
a esos pequeños millonarios como bien dices, no se les puede obligar a nada, pero si se visten de luces y al menos en plaza de primera....POR FAVOR. LO SIENTO PERO NO PUEDO CONSENTIR QUE SE DILAPIDE CON CUATRO ALIVIOS DE 4 ...., TODA UNA TAUROMAQUIA Y ENCIMA DILAPIDANDO LA TIRA DE ENCASTES DE BRAVO.
salu2 del saltillo pequeño
Todo un placer leerle nuevamente. Yo lo resumo en una frase: Este ganadero se ha dejado sucumbir por las modas del toro artista y ha renegado de su afición por el dinero.
Jose Luis
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