domingo, 5 de diciembre de 2010

Uno de los nuestros IV: Barcial


Patasblancas de Luciano Cobaleda


Los patasblancas


La historia de este encaste hay que trasladarse al año mil novecientos diez donde D. José Vega, gran aficionado al mundo del toro decide hacerse ganadero y en una zona tan torista como la comarca de El Escorial (Madrid) decide empezar sus experimentos de los cuales salió este hermoso engendro. D. José Vega la idea que tenia en su mente era la creación de una raza de toro que juntara la bravura en todos sus tercios de la lidia y que a la vez proporcionara grandes éxitos a los toreros.

¿Cómo empieza D. José Vega su ganadería? ¿Qué toros hay en estos momentos que sean los idóneos para crear lo que esta pasando por su mente? Sin duda haya a finales del siglo XIX, principios del XX, las reses con mayor prestigio debido a su intensa bravura sobre todo en el momento de la suerte de varas, a las cuales se unía su preciosidad en cuanto a trapio y pelaje eran las reses del Duque de Veragua (puro vazqueño). Así D. José Vega compra una punta de vacas a D. Cristóbal Colon y Aguilera (XV Duque de Veragua) y adquiere unos machos al Conde de Santa Coloma, de lo procedente de Saltillo, elegidos por el propio Sr. Vega. Aquí empieza un verdadero cruce: Vázquez-Vistahermosa, Veragua-Santa Coloma, que mezcla, algo distinto a lo que se podía ver entonces y ahora por estas tierras bravas de España.

Las reses que empiezan a darse de este cruce son de aparatosas cornamentas (en la línea Cobaleda sus defensas están muy desarrolladas, siendo algo menos ofensivas en la línea Galache), caras agresivas, fuertes de grupa y pechos, bajos de agujas, hondos, poco esqueleto y carnes prietas, cuyo pelaje va desde berrendos (colorado, cárdeno y negro), calceteros, girones, luceros, coleteros, caretos, facados, capirotes, coliblancos, bragados e incluso algunos ejemplares ensabanados.

Los hermanos Flores de Albacete (lo que es hoy la ganadería de Samuel Flores) compran una punta de vacas y un semental a D. José Vega, por lo cual algo queda de la raíz vazqueña en la camada de los Flores, aunque verdaderamente su predominio es el encaste Gamero Cívico de raíz Vistahermosa, procedente de la compra a D. Juan Domínguez Delgado de Nava del Rey (Valladolid), el cual las había adquirido a los herederos de D. Luis Gamero Cívico y Torres.
Según se cree, por razones económicas, D. José Vega vende sobre mil novecientos catorce el total de la ganadería a los hermanos Villar (D. Francisco y D. Victorio) zamoranos de nacimiento quien la mantendrían juntos hasta el año mil novecientos veintidós. Estos hermanos hicieron unas rigurosas selecciones mediante tientas, para solo quedar aquellas reses que obtuvieran grandes notas por su bravura. A partir de aquí el prestigio de estos toros aumenta considerablemente, el cruce de las dos sangres hace que estas reses adquieran la bravura en varas de lo " veragueño" y en el tercio de muleta que tengan movilidad, embistan humillando y tengan duración que esto lo aporte la sangre " santacolomeña". De aquí viene como encaste único y reconocido el de "Vega-Villar" el cual empezara D. José Vega y le desarrollaran finalmente los hermanos Villar.

Los hermanos Villar se separan en mil novecientos veintitrés y nos centramos en D. Francisco Villar el cual toma antigüedad en julio de mil novecientos veinticuatro, habiendo dudas sobre el día ya que en algunos libros aparece el día cinco, en otros el día seis y también en algún otro el día once. Lo que sí parece claro es que fue el mes de julio de mil novecientos veinticuatro. Es en mil novecientos veintiocho cuando D. Francisco Villar le vende su parte a D. Arturo Sánchez Cobaleda el cual fallece en mil novecientos cuarenta y dos. Lidian sus herederos juntos hasta que en mil novecientos cincuenta se divide la ganadería en cinco lotes, uno para cada hijo. Los hijos son D. Manuel, D. Ignacio, D. Jesús, Dª. Pilar y Dª. Maria Sánchez Cobaleda.
Centrémonos en el tercer hijo D. Jesús Sánchez Cobaleda que anuncia la ganadería a nombre de la finca "Barcial". Fallece D. Jesús Sánchez Cobaleda en mil novecientos sesenta pasando la vacada a sus herederos, hasta llegar al día de hoy con el mismo nombre y cuyo propietario es D. Arturo Cobaleda González.









1 comentario:

Enrique Martín dijo...

Antonio:
Durante años fue un acontecimiento el ver anunciada una corrida de Barcial en la plaza de Madrid y aún recuerdo cuando venía Luciano Cobaleda con unos pavos que entre pitón y pitón cabía el ajuar de una novia tendido como si acabara de salir de la lavadora. Pero parece que eso ya no lo volveremos a ver. A mí en este, como en otros encastes, en casi todos, sólo me queda la esperanza de que quede algo en alguna ganadería de segunda y que haya alguna forma de realizar un trasvase de sangres, pero lo dudo.
Un saludo