miércoles, 12 de mayo de 2010

No al fraude de los señoritos a caballo

Portada hoy de la web de Las Ventas, la primera plaza del mundo. Un monumento al fraude.







Gregorio Moreno Pidal, toreando en puntas en la corrida de la Prensa del 26 de junio de 1976. Foto: Botán



Toro para rejones corrido en Málaga. Pepe Pastor.








3 comentarios:

Enrique Martín dijo...

El motivo de este desmoche es que un caballo cuesta mucho dinero y mucho tiempo domarlo y enseñarlo a torear. Pero ¿No vale más la vida de un ser humano? Por esa regla de tres, ¿por qué no se afeita todo? Yo no estoy en contra en que se arreglen un poco los pitones, pero tanto, tanto. Además este desmoche hace que el rejoneador se deje tocar demasiado el caballo, y si éste es su muleta como dicen , entonces su toreo está lleno de enganchones, ¿no?

pedrito dijo...

Eso es una vergüenza!
Eso no se debe llamar corrida, es un fraude y ademàs un juego cruel, que condena a la fiesta brava: merece ser pronto prohibido, porque los animales son mutilados y no tienen nada defensa.

Antonio Díaz dijo...

De enganchones, y de trampas. Cuando rara vez veo algún trozo de un festejo de rejones me da la sensación que son todo fuegos artficiales, todo mentira. No le pillo el gusto, y que me perdonen grandes aficionados de las corridas a pie como al rejoneo, como el amigo Malagueto, por ejemplo.



Pedrito, yo pienso como tú: o toros en puntas o nada.


Saludos