Madrid. Plaza de toros de Las Ventas. San Isidro. Última de feria. Toros del Marqués de Domecq para El Fundi, Rafaelillo y Javier Valverde.
Como no hay mal que cien años dure, la peor isidrada que se recuerda tiempo atrás acabó, afortunadamente. Se puso fin con eso a lo que llaman la semana torista, y que no es otra cosa que una campaña publicitaria que ni la de las burbujas Freixenet. Una excusa para seguir llenando la plaza con toreros malos, que me perdonen las escasísimas excepciones, con gentes que vienen al reclamo de las ganaderías del lado oscuro. En esta semana hemos visto torreones, cortijolivas, marqueses de elimina lo anterior o taberneros. Los miuras, vitorinos, prietos de la cal o los cebada, los habrán visto por televisión, en su residencia veraniega, matando moscas con el rabo, tumbados al relente. A los adolfos se la han dejado grabando y la verán cuando se bajen del camión. Se van a descojonar. Por un quitame allá esos kilos, se vuelven para los Alijares una tropa de cárdenos guapos de verdad. La romana de Las Ventas es como las armas de destrucción masiva en Irak, que nadie las ha visto pero se supone que estan ahí, escondidas, prestas a hacer el mal. Hemos visto en veintitantas tardes a sardinas pesar como ballenas, sin que nadie levante la voz. Ha habido culos de pollo vareados con más kilos en romana que la selección nacional japonesa de sumo (lo de los gordos que se dan sartenazos en calzoncillos). Vamos, que se ha pasado la mano, y si ha habido que redondear se ha redondeado. Pero cuando visita Adolfo la cosa cambia, el romanero se vuelve puntilloso, los veterinarios se ponen las gafas de ver de cerca y los de la comunidá suben al trastero y, del mismo baúl donde tienen secuestrada la vergüenza, sacan y desempolvan el Reglamento, que con los que vienen hoy se puede descargar la suerte y meter el pico de la letra pequeña. Con nocturnidad y alevosía llegaron los del Marqués de Domecq. El Reglamento volvió al baúl, el romanero al redondeo y a los veterinarios se les cansó la vista. Resultado: una corridita de toros para Colmenar de Oreja, Quintanar de la Orden o Huércal Overa.
Como no interesa hablar del fracaso de la mejor feria del mundo, de la condena a muerte segura a la que están sentenciando a la tauromaquia los mismos que se alimentan de ella como garrapatas, la noticia del día es que Julio Aparicio no para de preguntar, con papel y boli, por el giro que lleva la feria de San Isidro. Nos alegramos de que esté mejor, pero me pica la curiosidad por saber que le contarán a un tío que lleva unos cuántos dias sedado y medio grogui.
- Maestro, la feria regulaaaá, el viento que ha molestao mucho, y los toros que se han movío, pero no se han movío bien... Además, la plaza mu rara, la gente siempre a la contra, menos mal que estaba siempre el señó presidente pa poné freno a la sinrasón.
- Aparicio (con papiro y carboncillo): ¿Quién ha salido por la Puerta Grande?
- Maestro, por aqui nadie, la gente no estaba pa guasas. Pero Morante se sentó en una silla en Nimes con juanpedro. No veas como estuvo el tío, más arte no se pué tener.
- Aparicio (dándole a la muñeca): ¿con juanpedro y una silla? ¿ha estado hablando en alguna tertulia o algo? ¿han dado una conferencia sobre la estructura y policromía de los hados cuando se fusionan con el terrenal torero para terminar formando una aleación compuesta por tres quintales de gracia y finura y unos granitos de sal andaluza?
- No, no, maestro, que no me he explicao bien. Que se sentó a torear a un juanpedro en una silla. Ha salío en tos laos. En el mundotoro y en el burladero. Le dieron las dos orejas y el rabo, y le pidieron una pata, de la silla, claro.
- Aparicio (pensando en un teclado) ¿Y lo demás?
- Lo demás va perita, maestro. Pedaso de feria en Pamplona, en Bilbao lo mismo. En la feria de Córdoba Ponce y el Fandi siguen en figura; Perera y Talavante triunfadores en Cáceres; en Bilbao, con palhas Victor Mendes, retirado y con arrugas, les moja la oreja a los muchachos; las sustituciones de Tomás en Madrid son pa el Juli y Perera; y pa rematá, en la portada del mundotoro pone que se han cortao veintiséis orejas y cinco rabos...
De la tarde, poco que comentar, que el Fundi no luce con borregas; que Rafaelillo hizo lo que pudo, y que Javier Valverde se despidió como llegó: con poco brillo pero con dignidad.
4 comentarios:
Antonio:
Hoy te admiro por poder contar esta vergüenza con un poco de sentido del humor. Yo no he podido y mucho menos después de leer que por José Tomás, además del Juli, viene Perera. No es que nos tomen el pelo, es que se revuelven de risa encima de nuestras tumbas. Dan ganas de mandarles a la mierda mil y una vez. Y lo mejor como tú aountas, que esto se ha acabado, aunque ahora viene el timo del Cumpleaños, que no es otra cosa que la excusa para forrarse con San Isidro con las mediocridades y vulgaridad con que nos han torturado. Un saludo
Antonio:
Es que, como dice Pancho mi hijo, detrás del "mundo de caramelo" que algunos quieren pintar, hay una realidad y esa, es la que estamos viviendo.
Solamente alguien como Julio Aparicio, que por ahora está "amarrado" a una cama de hospital, tiene la limitación de que "le lleven" esas nuevas, pero los que podemos ver algo más allá de esas "narices", nos damos cuenta de que no es así...
Afortunadamente tenemos esta blogosfera, en la que se cuenta mucho, mucho más de lo que todos los mundotoros y burladeros (¿birladeros?) nos dicen y quisieran que nos enterásemos.
Un abrazo desde Aguascalientes, México.
He visto en este blog Toro, torero y afición las fotos de los que dicen ser los adolfos que debían lidiarse ayer y, la verdad, me parecen bastante correctos de presencia. Los que no estamos acostumbrados a ver los toros ni en los corrales ni en el campo a lo mejor pecamos de cierta ingenuidad visual, pero visto lo visto algunas tardes, como tú bien dices Antonio, creo que debieran haber pasado el reconocimiento, al menos cuatro. No lo entiendo, la verdad.
Otra cuestión. Me parece muy injusto que las sustituciones de José Tomás las hayan adjudicado así. Es comprensible que el empresario quiera dar lustre al cartel incluyendo a un torero, que no figura, con más nombre. Pero eso bastaba en uno de los carteles; el otro tenía que haber sido para alguien modesto que haya estado en el sitio durante la feria, tipo Sergio Aguilar. Una injusticia, sin duda.
Enrique, había un crítico a principios del siglo XX (no recuerdo el seudónimo) que cada vez que había una corrida que era un petardo hacía su crónica con un toque de humor, a veces, del negro. A la gente que no le gustaba y lo criticaba él les decía siempre lo mismo: `no puede tratarse en serio lo que de serio nada tiene´. Pues yo opino lo mismo: hay tardes que no hay por dónde cogerlas. Una vez pasada la Beneficencia es hora de tomarse unos días de rélax, desconectar para volver a la carga. Hay que empezar a protestar y ejercer presión para que esta empresa salga de aquí. Difícil , pero posible, creo yo.
Xavier, que no te lean los de mundotoro o le cambiarán el nombre a la web, le pondrán mundocaramelo, sin darle nada por los derechos a tu hijo Pancho.
Javier, de esos toros han pesado muchos 470, 461, 480 y pesos así. Ahora bien, para mí (por las fotos) si que tienen trapío, un trapío adecuado a su encaste. Se pueden considerar pesos casi normales en esta clase de toros. Otra cosa, no lo digo yo, pero se comenta por ahí, es que pueda haber manos negras. Adolfo cae regular, a Victorino le hubiera venido mal un hipotético triunfo de su pariente el año que el no pisa Madrid... Ata cabos. Son teorías peregrinas, que yo no comparto, pero que están corriendo por los pasillos taurinos.
Yo también me quedo con las ganas de ver a Sergio Aguilar. Pero veo normal, aunque no me guste, que Juli tome una sustutición. La otra debiera de ser de Morante, que se ha rajado viendo el perniz negativo que arrastran los tendidos. No lo digo por justicia, pero los que dicen ser figuras tienen que dar la cara. Un amigo mio dice que a Madrid las figuras no deben de venir a triunfar, sino a pasar un examen para revalidar su posición. Es una buena teoría. Pero no son tiempos de toreros con orgullo ni de tíos que se partan la cara por nada.
Saludos y gracias a los tres.
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