lunes, 24 de mayo de 2010

Gloria a un ganadero

Frijonero, ovacionado en el arrastre, primer triunfador de la feria. Iván de Andrés.




Madrid. Plaza de toros de Las Ventas. San Isidro. Décimo octava de feria. Lleno. Toros de Cuadri para López Chaves, Salvador Cortés y David Mora.




La Fiesta se defiende, en Valdepeñas, Morón, Mataró o la Conchinchilla con algo tan apabullante como lógico: criando toros. Y eso es lo que hace Don Fernando Cuadri, al que no le hacen falta artificios de jaranero para honrar su oficio y colocar el toreo en el sitio que se merece. Seis cuadris serios, hondos, con cuajo, tela de guapos han salido para dar prestigio a Las Ventas, y a un hierro de leyenda. A Frijonero o Ribete, ambos ovacionados en el arrastre mientras las lágrimas regaban los ojos del ganadero, no le han hecho falta saltar al ruedo con barretinas en la testa, como tampoco se hubieran dejado humillar por un vividor sentado en una silla del Ikea para justificar nada. Con su trapío y su casta, ellos solitos se han encargado de presentar el mejor alegato posible en favor de La Fiesta. La lástima es que se han encontrado con unos señores -es un decir- que no estaban por la labor de defender nada, ni siquiera el futuro de su bolsillo. El encierro traído de Comeuñas ha colmado practicamente todo lo que puede pedir un aficionado: presentación; diferente condición de salida, unos con brío, rematando en tablas y otros manseando, poniendo en dificultades al torero, no saliendo vencidos; en el caballo han cumplido, sin más; en banderillas se han dejado más de costumbre y más de lo que pueda parecer -había bastantes hoy vestidos de mediocre y plata- y en el último tercio han ido a más, con eso que llaman `fondo del bueno´y que no es otra cosa que la nobleza de un toro bravo, que no bobo. Por poner un pero, las fuerzas siguen andando justas.


Un último apunte sobre el ganado: hemos visto embestir con codicia y nobleza a pavos de más de seiscientos kilos, con pitones que medran y levantan las tablas y con más remate que toda la isidrada junta. Ahora es cuando uno se acuerda de los de la UCTL, más conocidos como `los de la yerba´o cuando me vienen a la mente todos esos que enfundan toros como si fueran viejos sofás de sky. O los que llaman un toro bien hecho a una lagartija ibérica. Pura patraña.




Poco decidido, como desde hace ya algunas temporadas, está López Chaves, que ve como él solito se va cerrando puertas. ¡Con la de saliva que tuvo que tragar para abrirse unas pocas! Con el peor lote de la tarde, que siendo el peor tuvo mucho que torear, ha estado poco decidido, nunca terminó de verlo claro y terminó siendo desnudado, y denunciado, por la casta. Que es una especie de policia aduanera, con olfato perruno para detectar a los malos toreros. Por eso esta clase de ganaderías las torea -es otro decir- el pobre y el necesitado. Las figuras gustan de pasar la aduana por un agujero de la verja, donde no vigila esta policía y no existe el riesgo y la emoción. Ese socavón por el que se van de rositas las figuritas de porcelana más adelante pasará a conocerse como `fosa de los Domecq´en honor a la familia que se adueñó de la tauromaquia y que con ella la enterró.





A David Mora se le ha ido el toro de la Feria con sus dos orejas conforme llegó de la finca: con rabisaco en la derecha y despuntada la izquierda. No se puede venir a Madrid, a torear la gloriosa corrida de Cuadri, con la que si estás como tiene que estar un torero, te pone en órbita para los restos, a dar series de cinco-seis muletazos y dos de pecho. O a ponerte al hilo del pitón. Ya no es de ser mal torero, sino mal aficionado. Cualquiera sabe, y si no está en los libros, que no se puede abusar con tandas tan largas a este tipo de toros que se acaban pronto, o que se exige estar cruzado continuamente para que el toro embista. O a intentar, aunque no pudo, dar pases cambiados por la espalda, banderazos por las nubes, a una clase de toros que por arriba todo lo protestan. Son obviedades que pasan por alto la gran mayoría de los toreros, poco dados a estudiar encastes, mucho menos a conocerlos en profundidad. Con ese Frijonero se hartó de dar pases rectos, sin mando ni limpieza. En un par de series logró aproximarse al record Guiness del Fandi dando ocho muletazos seguidos, muestra de que no había dominio. No había nada. Llevando, o trayendo, al toro embebido en la pañosa hasta detrás de la cadera es imposible, literal y fisicamente, dar tanto muletazo. De ahí que antiguamente, cuando había maestros, tenían que rematar después del tercer o cuarto muletazo con el `obligado de pecho´. Obligados porque ya tenían el toro debajo.




Cada vez que me toca sufrir a Salvador Cortés pienso lo mismo: en esa familia se han equivocado de torero, el bueno es Luis Mariscal, el hermano. Da grima, y lástima, ver como un tio de casi dos metros, en toda la flor de la vida, empieza a descruzarse, a perder pasito a pasito hasta que sólo se ve toro en el plano. Éste no se ha cruzado porque no entienda el encaste, es que no se cruza nunca. Estoy por contarles que los semáforos los rodea, no vaya a ser que por cruzarlos le arrolle el tranvía. Se llevó el otro toro de la corrida, el coloraíto, ovacionado al saltar al ruedo, apuesto y lustroso, y al abandonarlo arrastrado por el tiro de mulillas, mientras al sevillano le pitaban los oídos.



6 comentarios:

MARIN dijo...

Pues si Antonio, hoy hemos visto y comprobado que los pavos de seiscientos kilos se mueven y ademas se mueren con la boca cerrada.
Creo que la corrida ha sido bastante interesante, y lo digo sin que me mueva mi admiración por mis ganaderos paisanos. Creo que Frijonero, el tercero, ha sido un gran toro y del que David Mora se va a acordar mucho tiempo. Sino que le pregunte a Lancho por Aragonés hace dos años en el mismo sitio, haber si se acuerda de el. Yo creo que es el toro de la feria o uno de los toros de la feria. La prueba mas evidente es ver a Fernando con las lagrimas en los ojos. Y este es uno que no se permite darse coba ni lo mas mínimo.
Y lo digo desde todos mis respetos para los toreros.
Lo mismo digo de Salvador Cortes. Salvador tambien se va a acordar un rato de Ribete, el colorao.
El primero, por salir noble, yo creo que salio demasiado. Es mas, si al bueno de Fernando le dices que ese toro no era suyo si verle el hierro... se lo traga.
En fin, esta ganaderia ha sido este año medalla de oro de Andalucia, esperemos que recoja algun premio tambien en Madrid.
Enhorabuena a toda esa familia ganadera y a la gente de campo que trabaja allí encabezada por su mayoral José Escobar.
Un saludo.

Enrique Martín dijo...

Antonio:
Con los Cuadri hemos disfrutado del toro y también empieza uno a cansarse de las hazañas de estos chicos que desconocen como se lidia y como se torea y toda su tauromaquia consiste en a ver cuanto aguanto soportando tarascadas. Pero es que los Cuadri no tiraban tarascadas precisamente, sólo embestían como embiste un toro.
Un saludo

kaparra dijo...

Amen caballero A-Men.Ademas,y punto.

Antonio Díaz dijo...

Marín, no es paisanismo, es que Cuadri es un ganadero con mayúsculas, le embistan o no los toros. Ahora es fácil apuntarse al carro del `que bueno es...´Pero hay que recordar que le han dado palos por todos lados. Mi enhorabuena.



Enrique, pedazo de corrida, me encantó.



Saludos

Javier García Nieto dijo...

No he podido ver la corrida pero me alegro mucho de lo de Cuadri. Por cierto, he visto el vídeo de Morante en Nimes y, sinceramente, nada de nada: detalles sueltos -algunos muy pintureros, eso sí; y algún derechazo con mucha enjundia- , pero ni un natural en orden ni una serie de derechazos completa; además, aquello parecía un festival o una novillada más que una corrida de toros. Digo esto porque, a pesar de que se afirme lo contrario, en Francia, en líneas generales, tienen la misma idea de toros que los públicos españoles, osea ninguna. La Francia taurina, con Nimes a la cabeza, se está convirtiendo en otro México y mira cómo les va allí después de tantos años de triunfalismos y rabos y toros desmochados: no va a los toros nadie porque aquello no interesa. No hay ninguna plaza francesa, por muy torista que sea alguna, que aplique un mínimo criterio de exigencia, al menos artística. Todo, absolutamente todo, vale. Lo digo con conocimiento porque suelo ver algunos festejos en Bayona y es una pena. Lo de Morante ayer fue para sacar fotos y poco más.

Antonio Díaz dijo...

Javier, has tocado un tema muuuuuy delicado. Para mí, existen dos Francias: una la que vimos ayer, la más pueblerina, que es peor que cualquier pueblo de España y otra, a la que le tengo mucho respeto y admiración. En esta última Francia, más pequeñita cada vez, lo único que importa es el Toro, la integridad y la emoción. El riesgo palpable y la angustia por el torero. Posiblemente lleves razón en que carece de exigencia artística, y yo añado: ni falta que hace. Cada lugar, cada plaza, tiene su idiosincrasia (o como se diga)y la de Céret, Vic, Orthez y algunas otras es esa, y espero que por muchos años. Igual que no entendería que, por ejemplo, en Jerez o el Puerto de Santa María salieran toros mastodónticos a contraestilo de la historia de esos lugares.


La proliferación de personajes como Simón Casas o André Viard son muy peligrosas para la Fiesta.


Respecto a lo de Morante, es descalificativo. Lo hubiera respetado si lo hubiera hecho de dos formas: La primera, en un festival quedaría la mar de primoroso. Segunda, con un toro más serio en una plaza más seria. Si de verdad eso que hizo es tan importante debería de hacerlo en sitios donde la afición lo pueda degustar y también juzgar.



Saludos y perdona el rollazo.