«Tú que eres, ¿anti o pro?» La pregunta se repite en cada entrevista. «Es que estamos muy hartos de mentiras. Dicen que quemamos a los toros, que los matamos y maltratamos y aquí no pasa nada de esto». Habla DanielCliment, de la Peña Che Bou de emboladores de Masdenverge. Al margen del estrés que pueda pasar en una plaza, no hay signos de crueldad a la vista. Las bolas están a una distancia respetable del pitón, no chorrea líquido caliente sobre el toro, se respetan los 20 minutos de fuego y los hierros, una vez retirados, están fríos. «Habla la gente sin saber, sin conocer. Catedráticos, biólogos, políticos que no tienen ni idea de lo que es un toro». Habla PedroFumadó, 'Charnego' en la finca de Las Ollas, en La Cava, en pleno arrozal del Deltebre, la sábana verde de la que salió 'Africano' a cambio de 3.000 euros y a la que volvió después de la embolada. Era su primera vez. Si sirve y da juego, regresará a la plaza una decena de tardes al año. «Son profesionales.Saben lo que hacen y están tranquilos», dice 'Charnego', el penúltimo de la saga que se inició en la ganadería en 1891.
'Africano'o viaja en un cajón durante 30 minutos a media tarde hasta Masdenverge. Alas siete comienza la fiesta: dos caballos arrastran la caja por la calle con un estruendo de chirridos precedido por las gaitas y los tambores hasta el ruedo, donde lo desencajonan. En las talanqueras aguarda Eliseo Segura, de 57 años. «Si no hay toros, no hay fiesta, no hay nada. No seríamos lo que somos», apunta mientras 'Africano' sale al ruedo desde el cajón como una ráfaga negra de pezuñas y pitones. En las últimas elecciones, votó al PSC. «Ahora lo van a tener más jodido», se la guarda, después de ver cómo el partido de Montilla dejaba libertad de voto a sus parlamentarios y abría la puerta a la abolición de las corridas.
José Miguel Gil Nuria, 48 años, químico, está lejos de Eliseo en el arco político que resulta imperceptible en la plaza.Vota a ERC y exige responder la entrevista en catalán, pero espera que «no se atrevan» con los bous. «Esto es más importante para nosotros que nuestro idioma. La tauromaquia es otra cosa. No está bonito matar al toro».
Masdenverge tiene 1.133 habitantes censados. La mayor parte están en la plaza y entre las 80 personas del público está Cristina Falcó, 24 años, de Amposta.A simple vista, es la antítesis del estereotipo del aficionado a los toros: pantalones amarillos, camiseta enseñando el ombligo y una cabellera rosa rematada con una gorra negra. Pero lleva la fiesta muy dentro. Es la administradora de la peña de aficionados de las Tierras del Ebro en Facebook junto a dos amigos. «Nos conocimos en la facultad porque llevaban fotos de toros en la carpeta», dice esta educadora social que trabaja en una ONGen las afuera de Lima y no vuelve a casa por Navidad, aunque «siempre a las fiestas». Ha tenido el «honor» de embolar tres veces y la última, cortó la cuerda del toro. «Mira, se paró el tiempo. Los segundos pasaban muy lentos y no escuchaba nada. Sentí mucha emoción, tanta que luego rompí a llorar y las rodillas me temblaron durante media hora. Es muy importante para nosotros. He ido a los toros con mi padre, con mi abuelo y espero ir con mis hijos. El toro es nuestro legado y no queremos renunciar a ello», explica.
Daniel Climent, 28 años, de la Peña Che Bou no está para recortes hoy. Hace unos días, un toro le dio una cornada en el escroto. Es miembro de un grupo de emboladores en el que hay «gente de todo tipo, aunque con unos lazos de amistad muy grande». ¿Qué ser siente ahí? «Tiemblas, tienes la boca seca, se te llegan a nublar los ojos... Yo antes vomitaba». A toro pasado, se encuentra «bien, muy bien. El toro es mi vida.Está en nuestra sangre».
Jordi Callau (21) se mueve en el ruedo, y es el centro de las miradas. Viste camiseta del Barça y una 'senyera' a modo de capote. «Lo llevo dentro.Paso muchos nervios, no sé porque lo hago... De hecho, lo dejaría, pero no puedo». Josep Peralta, de 11 años, no le quita ojo. ¿Quieres ser cómo él? Asiente, con la cara surcada aún por dos goterones de sudor de correr el carretón de juguete con los demás niños. En tres años comenzará a salir al ruedo. No sabe nada de la polémica ecologista, ni de la política y desconoce lo que es la Iniciativa Legislativa que tumbó las corridas en Cataluña. Hay que hablarle en su idioma.
-¿Prefieres el bou o la PlayStation?
-¡El bou!
5 comentarios:
Antonio Diaz, has de saber que a veces (varias en cada invierno taurino) someto a quién quiere escucharme, al "via crucis" de soportarme durante la lectura de 14 a 16 folios ( unos 55 minutos) y nunca olvido entre otras perlitas, decir que "a mi Toro, ni la picadura de una abispa, fuera de lo que no sea una Corrida de Toros".
Así que no me preguntes por "play" o "bou". En Beas de Segura me quisieron pegar.
Saludos de Gil de O.
Yo creo que el artículo del Chapu Apaolaza lo único que quiere reflejar -y lo consigue- es que el bou es una fiesta popular tan digna como cualquier otra, en la que el toro sufre como puede sufrir en una plaza de toros, pero sin las torturas ni cosas raras que se han escrito estos días. También deja claro que alrerededor de esta fiesta hay gentes de todas las edades, culturas e ideas, que no es sólo cosa de nacionalistas antitaurinos y antiespañoles.
He decidido poner este artículo porque hay una peligrosa corriente de opinión en el taurinismo que para defender las corridas de toros en Catalunya atacan al bou embolat. Este festejo debe permanecer, y debemos alegrarnos de que así sea, no creo que haya porque atacarlo para fastidiar a los de ERC o CIU. El que lo hace es tan antitaurino como el argentino de sosegada voz.
PD: A mi tampoco me van mucho los festejos populares, por desconocimiento más que nada. Quizás si los hubiera vivido más los entendería mejor.
Saludos
Yo sí los he vivido, los he conocido y he participado de ellos; pero en cuanto ha aparecido una cuerda, una cerbatana, una lanza o un fuego me he dado media vuelta.
Eso es lo que yo le pido a todo aquél que no le guste nuestra Corrida de Toros; que se de media vuelta.
Quién soy yo, por otra parte, para posicionarme en contra de un festejo tradicional y popular?
Dañando al toro, sólo salvo la Corrida de Toros, por lo que encierra de Arte, Culto, Sentimiento y Honra hacía el Toro Bravo. Mi Toro.
Estas palabras le sonaran a chino a mucho cristiano o no, testimolinialista de "merde" que diría mi amigo frqancés y vecino de tendido, en la Frascuelo.
Esta es mi Fiesta Universal y ésto es lo que hay. Dénse media vuelta o miren a su alrededor, que tienen faena.
Saludos de Gil de O.
P/D je,je cambia la "b" de burro por una "v" en abispa. Si es que uno no es nada más que lo que es.
Gracias por la cita, Antonio. Con el reportaje tratábamos de acercarnos a esta fiesta, que resulta aglutinar a gentes muy distintas en una tradición festiva con el toro como protagonista.
Desde mi punto de vista, no entiendo la corriente dentro de los aficionados que quieren prohibir también el correbou. Me parece infantil, cobarde y revanchista. Que si han prohibido las corridas por un sesgo político, ellos utilizan su mismo argumento al contrario. "Nosotros, que somos aficionados a los toros queremos que prohiban el bou embolat porque les gusta a los de ERC". Es absurdo!!! La mayor parte de la gente que conocí allí, diría que el 95% defendían la corrida de toros y condenaban su prohibición pese a que la mitad no fueran aficionados. Mejor que no prohiban nada más, leches, que bastante tenemos. Larga vida a la fiesta de los toros en cualquiera de sus expresiones!
Gil de O. estamos de acuerdo en lo que estamos, no podemos pedir que se prohiba algo porque no nos guste. Estaríamos cayendo en el mismo error que ellos. Al que no le gusten los correbous, como bien dices, que se de la vuelta o que no vaya.
Chapu, honras con tu presencia el blog. A mi me parece absurdo los celos de muchos taurinos contra el correbous. Quieren aplicar la Ley del Talión. Si un grupo de nacionalistas nos fastidian las corridas de toros, vayamos a fastidiarles a ellos los correbous. Cuando no se dan cuenta de que estos festejos son propiedad del pueblo. Es algo parecido al intento de boicot a los productos catalanes. Boicotear y prohibir es ponernos a su altura.
Saludos
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