Nuevo espectáculo circense en banderillas. `El par sin cabeza´o `El par de la tortuga´. ARJONA
Sevilla. Plaza de toros de La Maestranza. Feria de Abril. Séptima de feria. Casi lleno. Toros de Victorino Martín para Antonio Ferrera, el Cid y César Jiménez.
Afilando están, el cuchillo, esos representantes del torerismo, que saben de qué color llevaba la pañoleta su torero el día que se cumplían diecisiete años de la faena a un toro bravo en Burgos, pero que de toros no saben, ni quieren saber. Tampoco les importa, son los mismos que piensan, y lo cuentan en la tertulia, que un toro listón es el más inteligente de la camada. Si Joao Folque dejó ayer tocado el titulo del `torismo´, hoy los victorinos lo han terminado de hundir. A ver como explicas tú, que siempre se te ha llenado la boca hablando de casta, bravura y trapío, que las peores corridas presentadas de lo que va de ciclo son las toristas. Salvando lo del Conde de la Maza. El sobrero era de plaza de tercera, otros muy en el tipo pero asardinados. Bonitos, enanos, que parece ser que son los que gustan en Sevilla. Lo del toro bonito y armónico ya cansa. Supongo que a los abonados de la Maestranza, que pagan religiosamente más que en cualquier otra feria de primera, y sin rechistar, preferirán un pitón astifino a uno escobillado, un toro musculado a otro con el culo de un pollo del Pryca y un toro que parezco eso, y no la cabra de la legión. No debería de ser tan difícil. Victorino se debe a sí mismo una reflexión profunda. Por mucho que se niegue, hay cruces, el comportamiento y el fenotipo lo cantan. Hoy han salido dos que por tipo, eran de todo menos victorinos.
Antonio Ferrera ha mutado algo en banderillas, del número circense de la mujer barbuda ha pasado al contoneo tipo Joaquín Cortés. Sigue siendo la misma porquería, por muchos recortes y trompicazos que se pegue delante de los bureles. Con la muleta es la nada. El abismo. Mucho pico, pierna descargada, hueco, sin mando ni temple. Con gente así la tauromaquia es un mundo condenado a la extinción.
En vías de extinción está el Cid. Da pena verle. No para de zapatillerar, de ir de aquí para allá, incapaz de gobernar la lidia, mucho menos al animal. Un torero que estará condenado a retirarse si no se obra el milagro, y en lo que queda de feria de Abril y Madrid, es capaz de levantar el vuelo. ¿falta de ilusión? ¿miedo? ¿demasiado rico ya como para ponerse en el sitio? Con su primero, ni se puso. Con el otro, le obligaron a quitarse. Los públicos empiezan a no comulgar con el saltareño.
Decía la afición que César Jiménez no pintaba nada en Sevilla y no les faltaba razón. Por mucho que sus clubs de fan, al estilo Cristiano Ronaldo, lo veneren como al dios Baco, no deja de ser un torero insustancial, patán con el capote, trolero con la muleta, inválido para la lidia. Se sustenta en las no sé cuántas puertas grandes de no sé donde de las que no se acuerda nadie. Mientras tanto, Aguilar, Robleño, Moreno, Calvo y alguno, torero de verdad de oficio, lo ven como nosotros, por la tele.
Mañana empieza la pasarela de figuras. Miedo me da.
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2 comentarios:
Macho eres un Crack me parto con tus crónicas. Lo del cruce con Santa coloma canta mucho estoy de acuerdo
estoy deseando leer su cronica de la corrida del Juli con el Ventorrillo...Burladero y Mundotoro no e dicen naaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa XDD gracias
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