miércoles, 9 de junio de 2010

El aviso, por Rafael El Gallo









En eso de los avisos y las broncas hay mucha historia y mucha leyenda. El aviso no tiene razón de , por ningún aspecto que se le mire. Hay toros desde los avisos se ven desde el primé muletazo. Y otros toros que se le ven vení y se está uno muy a gusto con ellos, y ni aviso ni . Quiero decirle que el aviso no se lo dan a un torero porque sea malo o porque el toro sea de mucho peligro. Que esto del aviso se podía suprimí y la fiesta no perdería con no tenerlo.


Yo me acuerdo - hace ya muchos años - que toreaba una tarde en Madrid Luis Mazzantini. Alternaba yo con don Luí. Y siendo, como era, don Luí tan güenisimo torero, cuando el alguací lo buscaba por el callejón- ya sabe usté, amigo, que en Madrid los avisos los daba el alguací -pa darle las señas con los deos, vió Mazzantini que le enseñaba un deo, como diciendo que era ya er primero. Y don Luí lo miró y dijo por lo bajo:
- ¿Y porqué no me da ya el tercero? Si ya es igual.


Y es que, oiga usté, amigo, cuando un toro se pone pesao, no lo mejora nadie. A mi, particularmente, los dos toros mas malages, con los que más he trabajao en mi vía de torero, fueron: uno de López Navarro, en Madrid, y otro de Murube, que se me fué, en Barcelona, vivito a los corrales... ¿adelantó algo el presidente con tenerme allí hasta que se lo llevaron pa entro? Y el público, ¿qué? Lo que pasa, cuando los presidentes le dan a uno más tiempo pa vé si pué con el toro, es que el público se pone a gritá con más fuerza; y el presidente, más nervioso; y el torero, que más vale que se lo tragara la tierra.


Yo suprimiría los avisos, pondría - qué sé yo - unas especies de señales pa que el espá se comunicase con el presidente. Y se dijeran entre los dos lo que hay cuando un toro está pesao. Y lo que hay es que lo mejó es que se lo lleven al corrá, porque cuando llueven los pinchazos no los para nadie.


Yo, recuerdo que aquel toro, de Murube, estaba duro como el hierro. Le entraba por el cuello, por los costillares, por las patas, el rabo, por tos laos, y allí no entraba la espá. Estaba duro como una de esas piedras del tiempo de los mamús.


Lo que hay que hacé es lidiá, atoreá, pero sabiendo pa lo que sirven los capotes de briega. No tené en la frente metío er cortijo y er coche y los guantes de cabretilla y er paseo por las calles del centro. Tené delante er toro, que es el enemigo. Torearlo, y si luego vienen los pinchazos y a usté, amigo, le tocan un aviso, mala suerte. Es que er toro se ha puesto como el hierro.



Rafael Gómez `Gallo´. El Ruedo

5 comentarios:

Enrique Martín dijo...

Que palabras más sabias la de este genio. Esta lección se la podían aplicar los "espás" de ahora. Pero que empiecen por el último párrafo, donde dice que hay que lidiar y torear. Y no me ha parecido leer nada de pegar pases y aburrir al torito bobón. Aunque seguro que habrá quien lo interprete como le dé la gana, arrimando el ascua a su sardina.
Un saludo

Unknown dijo...

Es la primera vez que escribo, aunque soy asiduo de su blog. En primer lugar, enhorabuena por él. Después, decir que coincido absolutamente con vd y que he tenido bastantes discusiones con otros aficionados venteños por esta opinión, por todo lo cual me he llegado a preguntar si estamos en lo cierto.

PD: sobre su entrada del 1 de mayo de 2010 sobre las torifactorías, quería decirle que creo que la foto que pone vd no es de una vaca de Miura, creo que es una vaca de Cuadri que se llama Aragonesa, madre del toro Aragonés lidiado en Madrid por Lancho en 2008.

Antonio Díaz dijo...

Enrique, lidiar, atoreá, y `saber que hacer con el capote de la briega´. Era un genio, pero un genio natural, innato, uno de esos que salen cada decenas de años, si es que salen... Porque yo creo que como este no ha salido ninguno, ni espero que salga conforme está la vida...




Luis MIguel, gracias por leerme. No creo que estemos equivocados por pedir toros íntegros y toreros capaces. Si eso es estar equivocado entonces tendriamos que hablar de que la tauromaquia es un arte erróneo. Otra cosa es que ciertos aspectos estéticos de algunos toreros proporcionen un debate. A mi, por ejemplo, no me gusta el Morante de los últimos dos años, y lo digo, a pesar de llevarme unos cuantos `capones´. Reconozco que posiblemente, el equivocado sea yo. Y así con unos cuántos, pero en lo vital, la importancia del Toro somos una gran mayoría los que estamos de acuerdo, no le quepa duda.


Le agradezco el apunte, sí que es la vaca Aragonesa, no sé de dónde me saqué yo que era una vaca de Miura... Ya está corregido.



Saludos a los dos

Juanito dijo...

Cuando era niño mí padre me decía, que Juan Belmonte era su toreo que marco los nuevos tiempos y el principio de el Parar Mandar y Templar, que Joselito era el Poderoso el técnico y que su hermano Rafael El Gallo era el ¡genial y el diferente!.
Para mí como decía Rafael Guerra "Guerrita" hay gente pá tó.
Para mí me quedo con los tres tiempos y bajar la mano y matar como Rafael Ortega.

Antonio Díaz dijo...

Juanito, tu padre tenía toda la razón, sabía de lo que hablaba. Y de casta le viene al galgo, en mi opinión estás en lo cierto: Rafael Ortega es de los mejores toreros de la historia y el más infravalorado sin ninguna duda. Siempre hablan, o hablamos, de los Gallo, Belmonte, Frascuelo, Guerrita, Manolete, Bienvenida y tantos otros y nos olvidamos de Ortega. Una de tantas injusticias...


Saludos