Foto: Edgar Mendoza
Llegó el gran dia, ése en el que se colocó la primera piedra para la abolición de la tauromaquia, tal y como la conocemos hoy en dia. Afortunadamente , la cosa ésta tuvo que aplazarse durante una hora, por falta de público, llegando finalmente al tercio de entrada. Los miserables toreros que se prestaron al juego fueron El Zotoculo, El Conde y El Cordobés, que viendo sus nombres parecen más una banda de Latin Kings que otra cosa. Y la verdad, seguramente habrá algún Latin Kings que toree mejor que ellos. Los toros fueron de Manuel Costa, con escasa cornamenta y hechuras, como si fueran hermanos de camada de los de Nuñez del Cuvillo, eso sí , muy bien vestidos pues llevaban puesta una capa negra de velcro encima , con el fin de que allí se quedarán pegadas la divisa y las banderillas. Parecían los pobres animalitos un albúm de cromos. Uno de ellos , de nombre ``Nos Veremos´´ , que le tocó en suerte a Zotoluco, fue indultado por el juez, no sé en base a qué virtudes del toro, pues ya me dirás como medimos la bravura del afortunado animal. No sé que va a pasar cuando venga Ponce, el indultador oficial, es posible que en Estados Unidos indulte hasta a los presos de Guantanamo. Los tres toreros , que no matadores , salieron a hombros del South Point Arena de Las Vegas ante la indiferencia de los cuatro gatos que empezaban a abandonar ya las gradas. Al parecer, el triunfador de la terna fue Zotoluco , según criterio de los jueces . El resultado final del festejo es alentador , ya que la falta de público y el poco interés que está teniendo en los medios (en los antitaurinos también) hace que esta primera corrida de Las Fiestas Patrias le siente a Don Bull como un grano en el trasero.
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