Esa patita... Matito
Esa muletita... Matito
Esas dos orejitas... Matito
Según la Real Academia de la Lengua Española:
Zurcidor: adj. que zurce.
Zurcir: tr. coloq. Combinar varias mentiras para dar apariencia de verdad a lo que se relata.
Sevilla. Plaza de toros de La Maestranza. Feria de Abril. Duodécima de feria. Lleno de no hay billetes. Toros de Torrealta para El Juli, José Mari Manzanares y Daniel Luque.
Hoy, que tengo uno de esos días, me he puesto melancólico y me han venido a la mente, en recuerdo relampagueante, Bastonito y César Rincón. Después de leer los diferentes portales, fue Joaquín Vidal el que tiñó de gloria mis recuerdos. Don Joaquín comenzaba así su relato sobre aquella tarde que guardamos todos los aficionados en la retina:
Salió un toro de casta brava a eso de las siete y media de la tarde, y eran las tantas de la madrugada cuando aún discutía la afición si mereció la vuelta al ruedo que le dieron las mulillas...
Como el destino y una puta enfermedad no quisieron dejar que Vidal siguiera sentando cátedra, tapando bocas y alimentado de conocimientos al sediento aficionado; haciendo desde aquí un ejercicio de imaginación y osadía, reponemos el inicio de aquella crónica, en versión sevillana 2.0:
Salió una sardina de la Costa Brava a eso de las ocho menos diez de la tarde, apenas veinte minutos después, y durante el pasar de un minuto, la sabia afición sevillana pasó de pedir el indulto, a escatimarle la vuelta al ruedo para despedirlo con una ovación calurosa. Después, hasta las tantas de la madrugada, a fardar al real de la feria con lo bien que está Don Julián y los vestidos bien bordados que lleva el niño de Manzanares...
El protagonista de la feria, hablando desde el lado que no interesa a casi nadie, el de los toros, ya tiene nombre y fecha de caducidad: Zurcidor, 20-Abril-2010. Un gatito de angora, con los pitones acunados, pasaba los 48o kilos y tenía cinco años y medio. En otros tiempos, este ejemplar pariente de micifuz, hace algunos meses se hubiera lidiado en alguna novillada anunciado como desecho de tienta y defectuoso. Pero eran otros tiempos, ahora con esa presentación te lo ponen en Sevilla, en farolillos y con dos monstruos de la gatunomaquia.
Hablar de El Juli, o de tantos otros que repiten la misma faena las decenas de tardes de las decenas de años que se tiran haciendo como que torean, ya cansa. Es repetir siempre lo mismo, por mucho que los revistosos del puchero hablen de evolución o cambio. El de Velilla sigue siendo el mismo de siempre. En lo que llevamos de feria, han salido tres toros, muy poca cosa ellos, que necesitaban una báscula de precisión para pesarlos. Cuatro cientos y pico kilos, pesándolos con alegría. ¿Adivinan a quién le han valido dos de esos tres para entrar en los anales del toreo? Mientras tanto se preparan la cruz y los clavos para cruxifixionar a unos cuantos porque crían toros que son peligrosos. A otros, los lapidarán por no poderles. Mientras tanto, a El Juli nos lo quieren vender como la resurrección de Joselito El Gallo. Cómo no sea de Joselito, el Niño Ruiseñor...
Tengo que pedir disculpas anticipadas porque no he podido ver la faena, de mucha bragueta cuentan las viudas de Manzanares, del alicantino al quinto de la tarde. Después de la deshonra a Zurcidor, negándole el derecho a volver a la finca, mi televisor empezó a emitir unos sonidos raros: gruñidos dejaban sitio a bufidos de otro mundo. Opté por apagarla directamente a sabiendas de que nada bueno me iba a perder, y con la duda me quedé si el extraño fenómeno de los ruidos se deben a la nube de humo volcánica o a los berridos que pegaba el papanatas de Manuel Caballero pidiendo indultos como fantas de limón.
De Luque, sólo comentar lo ya resabido, cada corrida que pasa le quedan dos toros menos de aquellos diecinueve que le hacían falta para ser figura. Si le gusta apostar, que lo haga hasta el final, y una vez pasada la taurina cuentra atrás, se corte la coleta y deje andar por las plazas a los pocos que quedan que saben de ésto.
La foto entrando a matar, coge a la perfección el modo de tapar la cara del Toro que tiene El Juli cuando va a cruzar... y el salto que da después. Si Paquiro levantara la cabeza...
ResponderEliminarComo siempre, le felicito por su crónica. El resumen del festejo ha vuelto a poner en evidencia la forma de entrar a matar del Juli. No obstante es muy habilidoso y engaña al público. Manzanares, igual que siempre, le cabe un tren entre el toro y su inmaculado traje. Mucho arte y poca verdad.
ResponderEliminarDe acuerdo con los comentarios.
ResponderEliminarNada de Verdad, así que de arte menos; y de Toreo, de toreo mejor ni hablar
efectismo puro, eso sí; fantástico!!
Gloria
Se puede ser partidario de cualquier torero.Lo que no se debería ser es un ignorante de lo que es ésto, e intentar imponerlo.Y no lo digo "sobre" todo por los que comen de ésto, sino por la pléyade de espectadores que,sin tener puñetera idea (yo sí la tengo por si las moscas), quieren imponer ésta mierda de fiesta y de pegapases.Siempre guardaré el glorioso nombre de torero para el que se enfrente a TOROS.¡Que ya está bien coño!.
ResponderEliminarparece asta mas alto el juli al lado d semejante miaaauuuu
ResponderEliminarLo peor es la cantidad de desinformadores taurinos, actualmente no se salva ni uno. Si no fuera por los blogs...
ResponderEliminarPaco, lo peor de todo es que la forma de entrar a matar del Juli, totalmente deshonesta con el toro, es tomada como ejemplo por los jóvenes en las dichosas escuelas (anti)taurinas.
ResponderEliminarAnónimo y Gloria, según mi manera de entender esto, el arte es un agregado del toreo fundamental, que es el dominio. Primero dominar al toro, y después si se puede hacer bello, mucho mejor. Pero todo esto son conjeturas pues falta lo de siempre: el toro.
Franmartín, yo lo miro por el lado bueno. Es divertido el patetismo del que hacen gala algunos partidarios de algunos destoreadores. Veáse estos días las viudas de Morante, El Juli o Manzanares.
Cabesssa, viendo la foto del Juli con sus gatos te confunde, parece como si fuera un pivot de baloncesto.
Al último anónimo, los blogs tienen mucha más fuerza de lo que uno se piensa. La retirada de algunas figuras de ir a Las Vegas o la decisión de Joselito de no comentar las corridas en el Plus son efectos de las presiones que ejerce la blogosfera taurina.
De los poco que me fío, y no siempre, señalar a Carlos Ilián, Rafael Cabrera y Antonio Lorca. De éstos, el primero es el que más seguridad me da, aunque también `tiene sus días´.
Saludos
Antonio, no me has entendido.
ResponderEliminarPara mí lo que ocurrió ayer, ni es Arte ni es toreo, te lo repito.
Yo nunca he encontrado belleza en lo "bonito", eso jamás; detesto la cursilería, la prosa adornada y, en este caso, el toreo de espejo.
A mí, sólo lo que me parece auténtico contiene belleza; y eso, es el producto del toreo fundamental con un Toro de verdad.
Lo demás, no me interesa
Siento haberme expresado mal, o que tú no me hayas comprendido.
Lo de "fantástico" era una ironía. En fin…
Gloria
No, no, Gloria, sí que te he entendido bien, he sido yo el que no he sabido hacerme explicar. Estamos de acuerdo, com casi siempre.
ResponderEliminarSaludos