sábado, 10 de octubre de 2009
Juan Pedro sigue erre que erre
Plaza de toros de La Misericordia. Feria del Pilar. Tercera de abono. Dos tercios de entrada. Toros de Parladé para Julio Aparicio, Manolo Sánchez y Manuel Díaz ``El Cordobés´´.
Menudo cartelito para una plaza que dice ser de primera. Aunque el término plaza de primera ya no tiene el mismo significado que antes. Ya no existen las categorías en las plazas, la misma basura se ve en Villaluenga del Rosario que en Madrid, por ejemplo. O que en Zaragoza. Y del público ya ni hablamos, es una vergüenza que lo más aplaudido de la tarde sea ver a El Cordobés despeinándose. En vez de despeinarse podría cortarse la coleta, que ahí sí que le iba a aplaudir yo. La tarde fue la continuación de ayer: una escalera de podredumbre , un ejemplo de lo que no es un toro bravo. El sexto se echó en plena faena de muleta. Otra estafa de Juan Pedro.
Julio Aparicio apareció por Zaragoza en sustitución de Tendero y nos dejó algún detalle capotero con su firma. Anduvo tranquilo y gustándose toda la tarde, como sabiendo que en la familia de los artistas, ya sean toros o toreros, hay camaradería y compañerismo. Hoy no tocaba cornada, hoy se podía estar por ahí. Cuando Juan Pedro juega a ser Dios buscando sus toros artistas supongo que lo hace pensando en gente como Julio Aparicio. Lo de Julio es preocupante, de valor no ha ido sobrado nunca y de facultades físicas no podemos decir que haya sido El Fandi, pero lo de ahora es como para pensarselo dos veces antes de ponerte delante de un toro. Parece un torero mucho mayor de lo que és. En el segundo de su lote dio algún medio muletazo de la casa, con la muleta muy retrasada siempre y con algún que otro enganchón. Recogió dos calurosas ovaciones.
Manolo Sánchez entró en sustitución de Luque. El de Pucela estuvo muy templado toda la tarde, entendiendo perfectamente las discapacidades físicas de sus oponentes. Parecía un ATS, más que torear lo que hizo fue no molestar, o cuidar al toro como se dice ahora: mucha media altura, mucho capote arriba, de picarlos ni hablar, que eso es una crueldad. Y muchas posturitas. Su concepto me agrada, pero lo que de verdad tiene valor es que se lo haga a uno de Palha o de Escolar. Cortó una oreja en el segundo de su lote, tan barata como la de Pinar ayer. Hoy las orejas son despojos más que nunca.
Y de Manuel Díaz , uno de los integrantes de la famosa trilogía de ``El Cordobés´´, lo mejor que podemos decir es que no intentó el salto de la rana. Sigue llevando gente a la plaza, que al fin y al cabo es lo que cuenta para el empresario. En su primero le llegaron a pedir la oreja en acto de grave ignorancia taurina. O de Antitaurinismo. Para ir a ver a El Cordobés hay que ser muy mal aficionado. El sexto de la tarde, feo como él sólo, llegó a echarse en la primera tanda y no le dio ninguna opción a un torero que le da pases hasta a una silla.
Mañana viene Morante con los de Nuñez del Cuvillo. Esperemos ver un milagro morantiano y llevarnos un grato recuerdo de esta Feria del Pilar. Pero me da a mí que no, que a Morante no le sienta bien el Otoño.
Por cierto, la vida sigue igual. Es como si no pasaran los años. Ponce vuelve a indultar en el prestiogoso coso de Fuengirola, Jesulín vuelve a los ruedos y sigue la represión taurina en Cataluña.
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