miércoles, 30 de septiembre de 2009

Adolfo Suárez Illana, ese rufián


Personaje siniestro y sin embargo querido, como los malos de las películas. Su único oficio conocido es ser hijo del ex-presidente Adolfo Suárez y ser marido de Isabel Flores, hija del millonario ganadero Samuel Flores, uno de los hombres más ricos de España. Un chupóptero en toda regla, de los saben limpiar bien la chaqueta a las personas que deben. Por eso es fácil verlo mismamente en un mitin del PP, que en una cacería en las fincas de su suegro que en la barrera de una plaza de toros, como por ejemplo, en Granada este fin de semana, acompañando a su amigo Padilla. Gracias a estas amistades puede situarse en lugares a los que a otra persona cualquiera le sería casi inaccesible llegar, por muchos méritos académicos y profesionales que uno tenga. Por ahí le llegó su oportunidad en política puesto a dedo por un bigotes, Aznar, que creía que poniendo a un hijo de un ex-presidente centrista podría llegar a parte del electorado que para él mismo estaba vetada. Le salió a ambos el tiro por la culata y tuvo que dejar la política apresuradamente. Más tarde, otro bigotes, tan déspota o más que Aznar, como es Molés, empezó a darle cancha y a meterlo en festivales, hacerle documentales y a darle el trato que niega a toreros que no siguen sus intereses. José Tomás, por ejemplo, del que El Fenicio y Antoñete hablan bazofia en sus círculos privados. Pero no sólo sucumbieron a los encantos de Suárez Illana políticos y periodistas, lo que es peor e hiriente para cualquier aficionado serio: los mismos toreros lo aceptaron como uno más de ellos y en multitud de ocasiones han compartido cartel. Ha habido alguna temporada en los que ha lidiado más de una docena de festivales, llegando incluso a indultar como si fuera Ponce y a salir a hombros de toreros que otrora fueron tan serios como Ruiz Miguel o Victor Mendes. Él presume de aficionado y de torero, pero lo único que hace es restarle importancia y verdad a La Fiesta, cualquiera que vea a un ``famosete´´ torear con grandes figuras se puede hacer una idea equivocada de lo que es ésto. Ésto es serio, auténtico y genuino. Por eso queremos ver a todos los farsantes y fariseos fuera. El festival de Alquerías del Niño Perdido es tan dañino para La Fiesta como el circo de Las Vegas. Y no es por comparar a Molés con Don Bull, que también se podría...

5 comentarios:

  1. Lo malo es que en el escalafón los hay peores y torean vestidos de Toreros...

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  2. Pues si, pero me sacan de quicio este tipo de parásitos. El toreo es algo muy serio. Mi abuelo me contó algo parecido en un festival donde toreó un jugador del Real Madrid (no sabría decir quién), en este festival al parecer hizo unas decentes manoletinas, lo que hizo que por una temporada grande fuera un pase desusado por los toreros y sin importancia para los públicos. No me extrañaria, Paco, que tuvieses algun artículo de esto que cuento por ahí...

    Saludos

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  3. Se toman la fiesta, lamentablemente, como lo que han conseguido que sea: una mamarachada. Todos, toreros, empresarios, autoridad, políticos, revisteros sobrecogidos y esos pseudoaficionados politicosocialmente correctos que dan homenajes a Juan Pedro, al que hizo el Reglamento Andaluz y que repetin discursos y comen y beben sin mesura.

    Un saludo

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  4. pero el colmo es,que toreo un festival en espartinas (sevilla) y segun decia el cartel,era para retirarse del toro.

    cortinar

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  5. Cortinar llevas razón, creo que fue en ese festival donde lo sacaron a hombros Victor Mendes, Ruiz Miguel, Dávila Miura y alguno más... Alguna foto tenía por ahi... Es vergonzoso, no me imagino yo a Belmonte o El Gallo sacando a hombros a cualquier aficionado. Como diría el mismo Belmonte la fiesta va ``en degenerando´´.

    Saludos

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