...Y queda lo más importante: los males de la fiesta de los toros no tienen su origen en ningún ministerio, sino en las entrañas mismas del sector. La degradación del toro, la permanente sospecha de fraude o la obsoleta conformación del negocio taurino, por citar solo tres ejemplos, no encontrarán solución en Cultura. Es responsabilidad de los taurinos que, una vez más, tienen la oportunidad de pasar de la estética a la ética...
Hola Antonio:
ResponderEliminarNo pincho en el enlace de tu tocayo porque temo, como ya te comenté en una ocasión, afloren sarpullidos en mi piel, algo que ocurre cuando leo textos de sujetos que no saben si van o vienen: mucha proclama pro-pureza y es el primero que se baila en un celemín con las tropelías de esos del "negocio taurino".
Un saludo
Javi, ya sabes que yo tampoco comulgo demasiado con Lorca, no porque en muchas ocasiones no lleve razón, sino por esas "cambayás" que pega el hombre: un día dice una cosa y otro día la contraria. En este caso, creo que lleva más razón que un santo en su artículo...
ResponderEliminarSaludos