David Gil lleva años toreando, pero en España la suerte se le resiste. Él confía en su capacidad, pero los años pasan y el éxito no llega. En cambio, en Perú ha encontrado el reconocimiento. Nuestro torero recorre el país cosechando éxitos. David es un ídolo allí y tiene una legión de fans. Pero en su andadura no hay glamur: viaja en autobús, se hospeda en pensiones… y no se hace rico. Su historia es la historia de un sueño.
http://eltorerodelosandes.com/
Que torerazo. Cuanta admiración a este hombre.
ResponderEliminarUn saludo