lunes, 18 de abril de 2011

Un tipo único





Para lo bueno y para lo malo. Nunca dejó indiferente a nadie. Como sus toros. En un mundo y una sociedad tan hipócrita y puritana como la que nos ha tocado en suerte casi que es de agradecer. Considerado por muchos como un alfaquí de la bravura, el mayor ideológo de la tauromaquia evolutiva que ha llegado a nuestros días. Para otros, entre los que me incluyo, una de las mayores taras que ha tenido la Fiesta en los últimos años, con el triste toro artista que ha terminado por asolar la variopinta diversidad de encastes que poblaban dehesas y carteles. Ganadero predilecto de la inmensa totalidad de los toreros, que se dice pronto. No ha habido figura que no haya cosechado éxitos con su ganado. Muchos discutibles. Jamás perdió la fé, defendió y luchó, con la bravura que tantas horas de estudio le llevó, en aquello en lo que creía. Sólo por eso la persona de Juan Pedro Domecq merece el respeto que quizás no merecen sus toros. La carretera, que siempre está al servicio de la muerte, ha segado esta mañana su vida, en un cruce de caminos de un pueblecito de Huelva. El 18 de Abril de 2011, le ha llegado el día que nadie quiere que llegue, el día de las alabanzas. Desde aquí enviamos el pésame a sus dos familias, la de sangre, y la del toro, y recordaremos a Juan Pedro como lo que fue, sin grandes elogios ni falsos  remordimientos: un buen hombre, enamorado del toro y ensoñador del toreo con el que nunca estuve de acuerdo. Que descanse en paz.

4 comentarios:

  1. Antonio:
    Nunca o casi nunca estuve de acuerdo con las tesis de Juan Pedro, pero de verdad que he sentido su muerte y que se produjera de esta forma tan traicionera, aunque, ¿alguna vez no lo es? Que descanse en paz.

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  2. Bonito, sincero y respetuoso epitafio de un aficionado, Antonio, que suscribo
    Pgmacias

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  3. Bonito epitafio Antonio.

    Estas palabras provinientes de un detractor de sus toros, suenan más sinceras que otras.

    En el mismo día de ayer, en Zaragoza, yo mismo maldije los toros que él criaba, pero esta mañana cuando he leído la noticia me he quedado helado.

    Descanse en paz.

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  4. Tambien me dejo helado, cuando me entere. Q.E.P.D. un gran enamorado de los toros.

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