martes, 19 de abril de 2011

Los pitones de la Reina

En el campo


Saliendo de toriles. Foto: I.J. Del Pino




Último tercio. Foto: JuanPasmo



Éste de arriba es Jaranero, de la ganadería de la Reina, propiedad de Martín Arranz, que es la media naranja del Tajo, de Pepito Arroyo. Fue lidiado en la corrida concurso de Zaragoza. Un toro con gran trapío -aunque con hechuras un poco bastas para mi gusto-, con dos velas impresionantes. Un tío. Con el problema de siempre, que se le desintegraron las puntas en la media hora escasa que estuvo en el ruedo. Ahora que los toros del reciente medallista empiezan a interesar al aficionado, sería deseable que intentaran arreglar este grave problema que echa por tierra la fama que les están dando sus embestidas. La solución es fácil: no poner fundas. No es la primera vez, ni será la última, que le pasa esto a un toro del Tajo y la Reina:




Bilbao. Foto: Terroso


En Bilbao. Foto: Terroso

En Almería. Foto: Manolo Moreno

3 comentarios:

  1. Antonio:
    ¿Es este el beneficio de las fundas? Está claro que este toro no se ha estropeado en el campo, el ganadero ha podido lidiarlo y no ha perdido los ingresos que esperaba por la venta del animal, pero ¿quién paga al aficionado el dinero gastado para ver un toro íntegro y que se encuentra con esto? Pues nada, todos tan contentos porque el ganadero haya hecho negocio.
    Un saludo

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  2. Tienes toda la razón, pero ya olvidándonos de ganadero y aficionados, a mí el hecho de que a un toro haya que manipularlo para estas cosas no me gusta un pelo. Pensamos en un animal bravo, que de repente, un buen día, se siente podido por unos humanos que van y le ponen "algo" en sus cuernos.
    Los toros se han peleado toda la vida, se han despuntado en el campo (de lo de fuera del campo mejor no hablar) y es algo tan natural que debiera ser asumido por el ganadero, como ha sido asumido siempre. Yo dejaría las innovaciones "tecnológicas" para esto de internet, y los toros que pasten en sus dehesas, que se peleen de poder a poder, y ya está.
    Es tan sencillo como prohibir algo tan antinatural como las fundas.
    O acaso es que con menos bajas los ganaderos han bajado el precio de sus toros (por este motivo, evidentemente, no).

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  3. El toro de la foto del campo no es el mismo que se lidió, el de la foto es el 30 y saltó al ruedo el 22, aunque para el caso más de lo mismo con las fundas profilacticas.
    Estoy muy de acuerdo con I.J. del Pino en que el animal se siente podido, domeñado, docilizado.

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