Pérez Alarcón |
Goyesca del 2 de Mayo. Año 96. Seis para Joselito. Quinto bis, de Cortijoliva. Manso de Cossío. Condenado a banderillas negras. Así lo contó Joaquín Vidal en su crítica del País:
... La racha triunfal se cortó en el quinto toro, de El Torreón -nuevo inválido-, que derrotó fuerte en los muletazos inciales. Joselito optó por no buscarse complicaciones y aliñó. Igualmente inválido el sexto, de Ordóñez, se devolvió al corral y salió un morucho Cortijoliva que ni por todos los piensos y todas las habas del mundo quiso tomar los capotes.
Lidiado sin concierto ni recursos, tampoco quiso tomar las varas -ni una- y se le condenó a banderillas negras. Y allí fue ella pues, al sentir el arpón, se puso a pegar brincos, a correr enloquecido topando cuanto se encontrara a su paso, a desconcertar a las cuadrillas y hasta al propio Joselito cuando entraba a la brega. No desconcertó, en cambio, a José Antonio Carretero, que sacó coraje, hizo así, y le clavó en lo alto el par de banderillas.
Joselito se dobló muy toreramente con el morucho y debió confiar en que rompería a bueno, pues humillaba, pero al dar un pase de tirón el toro le desbordó enfurecido. Macheteó entonces Joselito y se quitó al pregonao de encima de un espadazo...
Antonio:
ResponderEliminarPermíteme que no me dirja a ti, porque lo que diré lo sabes de sobra, pero que sé cuenta la gente como torear no es pegar pases y pases y ponerse bonito. De aquella tarde que fue una lección de tauromaquia, de los quites y las faenas con la muleta, a casi nadie se le olvidó este toro, imposible de verdad, pero al que se le aplicó su lidia. En ocasiones desordenada, pero que reveló lo que pasa cuando hay un torero delante y si no, que se pasen el vídeo de nuevo y se fijen en Juan Cubero y Carretero.
Un saludo y gracias por el recuerdo
Jejeje
ResponderEliminarY ahora hablamos de la toreabilidad.
Hasta el pregonao tuvo su lidia (caótica, pero lidia...)