jueves, 3 de diciembre de 2009

Toros, barbarie y política


Vamos a llegar un punto en los que los aficionados a los toros no vamos a poder abrir un periódico, ver televisión ni leer libros de determinados autores. Ésto lo digo porque estoy leyendo ``La noche de los tiempos´´ obra de Antonio Muñoz Molina. Tan gran escritor como gran antitaurino. He pasado de las cien páginas y aunque el libro está bien, digamos que desprende un tufillo a anti que da repelús. Difamaciones sobre Lorca o Bergamín, por taurinos y halagos a Juan Ramon Jiménez por antitaurino. Además de numerosas menciones negativas a la fiesta de los toros, que por otro lado no vienen a cuento en la novela. Pero bueno, lo de la literatura abolicionista lo dejaremos para otro post.

Lo que copio aquí debajo es un artículo publicado días atrás en la edición valenciana de El País y en el que Pérez Benlloch se despacha a gusto contra los taurinos, llegando incluso al insulto. No sé que dirán al respecto esos famosos libros de estilo a los que apelan los medios cuando les viene en gana. Una pena lo de El País, está ya peor que Público.

Toros, barbarie y política

``Se cumple ahora un año del último informe o pronunciamiento crítico del Consell Valencià de Cultura sobre los festejos taurinos populares que se celebran en el marco de esta Comunidad. Con éste u otro motivo, tan discreta entidad renueva ahora su embate contra esos ominosos espectáculos que se plasman en su doble variante de bou embolat y bous al carrer, diferentes únicamente por la dosis de crueldad que exhiben sus protagonistas y que se inflige a la bestezuela. En esta ocasión, la docta instancia consultiva propone la supresión de la modalidad más cruenta -la primera de las citadas- y sólo la limitación de la segunda, en atención al arraigo de estas prácticas en casi todas nuestras comarcas.

Un arraigo evidente, como delatan los miles de festejos -¿5.000, 6.000?- que cada año se celebran a lo largo y ancho del país (valenciano, decimos), patrocinados a menudo por el dinero público, así como la nutrida afición que los alienta, jugándose su integridad física y, en ocasiones, dejándose la vida en el lance. Emoción, delirio e irracionalidad a espuertas, algo que, en el colmo de la estupidez, se pretende camuflar mediante el recurso a la tradición y al llamado patrimonio inmaterial, como si la barbarie mereciese algún estatuto protector, como si el maltratato despiadado que se inflige a los animales pudiese justificarse en nombre de los derechos lúdicos del estamento más descerebrado de la sociedad.

Ya se desprende de lo dicho que estamos rompiendo una lanza en favor del toro o torete, la víctima indefensa y sacrificada con abuso por mor o perversa fidelidad a unas costumbres más o menos arcaicas que nos lastran colectivamente en la incivilidad. Sus partidarios tan solo son capaces de alegar en su descargo el mucho tiempo en que se vienen celebrando estas encerronas y cuánto se divierte el vecindario, que ni es todo ni el más avisado. Ni siquiera pueden aducir el mérito de la tauromaquia, el arte, el duelo a muerte con igualdad aparente de armas, el respeto a la fiera. En los bous prima el vilipendio con que se trata la escarnecida bestia.

Nos consta que esta es una batalla que viene de lejos y aún se prolongará muchos años, aunque ya se atisba un horizonte, que no es otro que Europa. Nuestros políticos de centro y derecha -los hegemónicos- seguirán pasteleando con este asunto mientras crean que la taurofilia les produce votos. El consejero de Gobernación, Serafín Castellano, se ha apresurado a declarar que continuará amparando estos festejos. Faltaría más. Pragmatismo llaman a esa figura que linda con el cinismo. En este asunto, la izquierda, la fetén digo, con las excepciones de rigor por aquello de la españolía, siempre lo ha tenido claro: las fiestas con el toro por víctima son reaccionarias. Confiemos en que la racionalidad y el espíritu que nos sopla de allende de los Pirineos acaben sin contemplaciones con todas estas salvajadas que posiblemente no cuentan siquiera con el aval mayoritario de los vecindarios, por más bulla que promuevan los pirados o desalmados que las defienden
.´´

6 comentarios:

  1. ¿Me haría el favor de transcribirme brevemente las acusaciones ("difamaciones") "antitaurinas" contra Lorca y Bergamín?

    Un saludo

    Sol y Moscas

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  2. Discúlpeme, pero ahora mismo no puedo ponerme a buscar las transcripciones íntegras. El fin de semana con un poco de tiempo lo haré. Sólo puedo decirle que las menciones al toreo como tortura, crueldad, salvajismo y barbarie son frecuentes. Bergamín, Lorca o Alberti, por ejemplo, no salen bien parados. En cambio otros, reconocidos antitaurinos, vienen retratados como personas civilizadas y cultas. De ahí mi comentario acerca del tufillo o hedor a anti que desprende la obra. Está claro que a un tipo tan brillante e inteligente como Muñoz Molina no le hace falta insultar ni agraviar descaradamente para desprestigiar la imagen de alguien. En este caso, miembros muy importantes del arte español.

    PD: Por su pregunta, no me queda claro si ha leído el libro y no está de acuerdo conmigo o si lo que desea es que le cuente sobre él. Como sé que es usted un gran lector, supongo que lo habrá leído, así que me gustaría saber su opinión sobre este libro.

    Saludos

    Saludos

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  3. Sr. Díaz... le pregunto porque no he leído el libro y no creo que tenga tiempo para leerlo (todavía tengo pendiente "Tu rostro mañana" de Javier Marías (+ de 1000 pags). Sólo era por saber como estaban hechos los reproches antitaurinos y de que se les acusaba a tan distinguidas señorías.

    ¿De Chaves Nogales dice algo? Es su español ideal (liberal) a pesar de la biografía de Belmonte... Cansino Assens, para que vea usted las vueltas que da la vida, maestro de Borjes, recuerda en la "Novela de un literato" como Chaves Nogales se fugaba sin pagar de los restaurantes dejando la cuenta a los acompañantes...

    Nadies es perfecto, Muñoz Molina menos...


    un saludo y gracias

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  4. Pues mire, a Alberti y Bergamin los pone como unos interesados. A Lorca como una ``loca´´, Dalí tampoco sale bien parado. Apenas empecé el libro, tampoco puedo darle más detalles. Además, en varias entrevistas que he leído en ABC, El País, Público... habla como con cierto orgullo de sus polémicos escritos. Él dice que están fundados. Mi impresión es que ha buscado cierta polémica en su novela, sabiendo siempre que no hay nada como la polémica para hacer que la gente se interese por algo. Ya me contará que tal sus andanzas con Javier Marías. Yo tengo aún cosas pendientes con Sánchez Ferlosio, lo que pasa que para meterte esos chutes ferlosianos debe de ser en un ambiente muy especial. A Ferlosio no se le puede leer de cualquier manera. Y mi vida en estos días es una caos.

    Saludos

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  5. Sr. Díaz, tengo a Muñoz Molina como interesante columnista (en Babelia los sábados), pero como novelista no me llama lo más mínimo la atención...
    Sobre difamaciones, me repito, si lee usted las anteriormente citadas "Memorias de un literato", verá que nadie se libra, nadie es perfecto, nadie es bueno... todos tenemos nuestras miserias. Lo que me interesa de lo que pueda haber escrito Muñoz Molina sobre Lorca, Alberti, Bergamín (fijo que un poco loca, un poco interesado y un poco fanático eran) es en relación con los toros... Simplemente comprobar si alguien es tan miserable de extrapolar conclusiones de alguien por una afición que esta tenga....

    ¿Estaré marcado?

    Un saludo

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  6. Sr. Díaz. Dice Jacobo Deza (Javier Marías) en la pag 62 de la novela "Tu rostro mañana":

    "se sentía autorizado a sacarme temas nacionales absurdos con no siempre justificada naturalidad, pues apenas sé nada de toros ni de los adefesios de la prensa rosa ni de los integrantes de la familia real, aunque nada tenga tampoco en contra de los primeros ni casi de los terceros".

    Por otro lado coincide con Molina criticando duramente a Bergamín (indecente lo llama) por justificar la persecución y las matanzas de la gente del POUM durante la Guerra. Negando a sus dirigentes derecho a cualquier defensa...

    Ya sabe usted como acabó Bergamín...

    Un saludo

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