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miércoles, 4 de abril de 2012

Feria de la (mala) Salud de Córdoba





Torrealta, Cuvillo, Juan Pedro; Ponce, Jiménez Fortes, Manzanares, Morante, Juli, José Luis Moreno, Finito, Padilla y Fandi. Una plaza de primera categoría con una feria de tres festejos de a pie, que son tres festejos que vemos en Don Benito, Olivenza o Cantalejo y en setecientos pueblos más.

Si esto no está muriéndose que venga dios y lo vea.



viernes, 23 de marzo de 2012

Memento mori







UTAC


















 Miura, Castellón, 22 varas. Abluciones de feroz belleza, una exquisita obscenidad en su máximo esplendor y punto álgido de una cinqueña vida a cuerpo de rey de la dehesa. El tercio de varas, reconquistado como epicentro de la batalla a muerte. Al aficionado el "so y el arre" del piquero les suena a sacramental réquiem por la bravura. Aquí no tiene cabida la pena, el toro, TORO, que pronunciaría Juncal poniéndo boca de versado besugo, se encarga de no dar congoja, si acaso no de una congoja disney, sino de la que imparte el temor a ver mañana alguna viuda con luto. Sucede al contrario, que como en la Antigua Roma, cuando un general, altanero por las victorias, se pavoneaba como un guajolote real entre procesiones de partidarios, siempre topaba con un siervo encastado que le susurraba al oído "memento mori", amo. Recuerda que vas a morir, mi señor. Menos humos, chaval. Y los seis príncipes de Zahariche, que han luchado en los tres tercios derramando sangre y leyenda, dando sustos y alegrías, grandes triunfos y jaquecosos tormentos, en cada bufido, hasta el estertor final, con tres cuartas de acero en los rubios, y tragándose la sangre, dieron miedo e infundieron respeto. Y los espadas no se libran del memento mori ni en el hotel. Qué pesadilla tan torera.


Pablo G. Mancha. Toroprensa























Por los mismos días, en Arnedo, a plaza llena, con toro chico y billete grande,  Manzanares, cosechador de premios y alabanzas, se pegaba topetazos contra las tablas por su mala fortuna -aquí ya sabemos que la suerte es monopolio del Cid, la buenaventura de matar cárdenos, para que la que semari, que tuerce el gesto cuando un juampedro calamochea, en la vida se ha echado las cartas, y mira que una gitana con grasia le gusta más que a un tonto un lápiz-. Su mal agüero esa tarde era uno negrito de Victoriano del Rio, que apenas se tenía en pié, no se pudo picar y andaba como un borracho. Él y sus hermanos parecían cabrillas. Al quitarse al enjendro del medio, recogió una banderilla de la arena, y se la llevó a Matilla, para que analizasen la sangre, que vaya usted a saber si ese toro hijo de artista, lo mismo no tenía los glóbulos rojos vestidos de flamenca, ni los leucocitos llevaban peineta, ni las plaquetas se rompieron la camisa cuando le tocaba embestir enclasado. El microscopio nos dirá, de aquí a unos días, si es que al final se ha llevado a cabo la prueba de laboratorio, la condición del toro, que lo mismo, y nosotros -con nuestros treinta tomos del Cossío- sin enterarnos, era bravísimo y merecedor de indulto, resolución que debería de aparejar el castigo con la silla eléctrica a la Autoridad, que no tuvo a bien ni dar una mísera oreja, haciendo caso omiso a la importancia con la que recogió el rehílete de la arena.

Mientras unos hacen de la tauromaquia un espectáculo total, incombustible al desaliento, dulcemente cruel y más estremecedor y placentero que yacer una noche con Scarlett Johansson y por la mañana darle puerta, otros se entretienen en buscar a través de microscopio los problemas de la Fiesta cuando la grandeza la han tenido ahí delante de sus narices, en el Desafío de Castellón.





lunes, 9 de mayo de 2011

Rafaelillo es un Miura

Menuda miurada para cerrar la feria. Mi afición, que está muy justita, a estas horas sigue navegando a la deriva, sin terminar de comprender si fue espectacular o una moruchada infame. Por ahora sólo sé que salió el Toro de verdad, el que pega un bufido en el burladero del dos y le quita el peluquín al matusalén del tendido alto del ocho. Nos mandaron de Zahariche unos más agalgados, zancudos y vareados, más en Miura antiguo, y otros con hechuras más reunidas, con los pitones más colocaditos, que no sé si sería demasiado atrevido catalogar como miuras más modernos. De todo tiene que haber en la viña del Señor. Les han dado tralla en el caballo, cumpliendo, unos con más clase, otros con menos. El quinto, un espabilao, se ha llevado tres puyazos largos y duros sin decir ni mú ni doblar una mano. El sexto, acabó en corrales, después de dar más vueltas al ruedo que todas las que han dado las figuras juntas. Tercero bis, con 670 kilos de guapura, se dejó estar, con sus lógicas complicaciones pero sin comerse a nadie. El lote de Moreno no nos dijo demasiado. Ahora que termino de escribirlo, pienso que ha sido una corrida muy interesante.



Con la que los tres toreros han estado más que dignos. Que hay que ser un valiente y un tío que se viste por los piés para venir como ha venido este mexicano, Téllez, que se presenta en España y de primeras, con rodillas en tierra, querer -y no poder- darle una larga a un Miura con 650 kilos, que podría ser el padre de toda la ganadería brava mexicana. O José Luis Moreno, que no veía un pitón desde septiembre del año pasado, que se dice pronto. Por todo esto, no hay que perder ni una milésima de segundo en poner peros a estos tíos que, junto a otros pocos, permiten que sigan existiendo ganaderías como Miura. ¿Que Moreno podría haber estado más enfibrado con el cuarto? Posiblemente, pero prefiero quedarme con los dos naturales hondísimos, con lo que tenía delante -y sus intenciones-, que valen por los setenta a pata apartá de Manzanares al sobrino de Idílico. ¿Qué está feo, muy feo, lo que hizo el cuate en el tercio de muerte al sexto? Feísimo, aunque no creo que la candidez de un novato sea vicio más denunciable que las estocadas que se han recetado en esta feria por las figuras -muchas que han valido despojos-. Así, que mis respetos para ellos.


Porque Rafaelillo es punto y aparte. En este metro y pico, no mucho más, de murciano, la naturaleza ha reunido la mezcla perfecta para triunfar en este tipo de corridas: el corazón del león con la habilidad del ratón. Que lección con el segundo, meciéndolo de capa en lances intensos, y con una apertura de faena poderosa y clásica, tanto que el antagonista cerró el chiringuito de la embestida larga y agradecida para abrir un tuburio satánico lleno de coladas y gañafones. Ahí es cuando la figura de Rafaelillo se agigantó, como esas sombras chinescas que muestran una secoya dónde sólo hay un bonsai. Con el oficio adquirido a base de tragar quina fue dominando al toro -primer objetivo del toreo, antes que ponerse a dar pases de guapo-, cruzándose, tapándole la cara con la franela e intentado tirar de él. Unas veces lo conseguía -¡olé!-, y otra no -¡uys!-. Pero todo lo que pasa es muy emotivo. Cuando la cosa negra se agrió más de lo normal, la sometió por bajo, como mandan los cánones antes de entrar a matar. Más derecho que una vela se llevó un enganchón, sin consecuencias. A la segunda, y con el miedo en el cuerpo que cabría esperar, se tiró mucho más derecho que lo derecha que pueda estar una vela, dejando una estocada trasera y caída, que por lo visto en la cantidad de moqueros sacados en los tendidos, habrá sido medida al milímetro. Una pena, con la cantidad de orejas nivel talanquera que se han regalado, que no haya premio al esfuerzo de un hombre que se juega la vida sin fingimientos.

El quinto sólo tuvo sólo pase: el primero. En el segundo se lo llevó por delante, con aire de portero chungo de guateque, agarrado por la pechera. Y ahí es cuando se manifestó una de esas visiones marianas que de cuando en cuando se dan en la plaza y que hace al aficionado recuperar la fé: el milagro de ver a un alguacilillo hacer algo con sentido. Con el plumero hizo el quite que salvó al matador del fuego miureño en sus carnes. Lo mató como pudo -Rafaelillo, se entiende, que el alguacilillo ya había vuelto a las andadas-, con más habilidad que ortodoxia, con la lógica alegría del que sabe que se ha escapado del hule con fortuna.


Con la misma alegría que tenemos nosotros, que por fin hemos escapado de una feria mediocre, sin Toro y casi sin profesionales que tengan algo que ofrecernos.


Pero no alegrarse demasiado, que mañana empieza Madrid...

miércoles, 20 de abril de 2011

El destoreo no es un mito



"En el toreo todo lo que no sea cargar la suerte no es torear sino destorear. Torear no es que el toro venga y usted se quede en la recta, eso es destorear; pero si usted carga, echa el cuerpo hacia delante con la pierna contraria al lado por el que viene el toro obliga a torear, si no le coge; porque es un obstáculo que usted le pone delante."

Domingo Ortega 
Mataor de Toros








Las imágenes son de Diego Urdiales y José Luis Moreno, y de las pertenecientes a toreros actuales, son las que me pillaban más a mano. Porque no son los únicos que saben torear bien cuando pueden y los dejan, ya que existen algunos otros, no muchos para nuestra desgracia, que sólo se apuntan al destoreo de higos a brevas. Valga para demostrar que aquello a lo que nos referimos con lo de toreo puro, clásico u ortodoxo, a lo que yo llamo toreo bien hecho, no es cosa de quijotes agoreros, maníacos depresivos o aficionados a la mitología ibérica. El discurso del viejo lobo feroz y melancólico que se aferra a tiempos pasados más por fastidiar que por creencia propia -perorata sostenida por el taurinismo y sus masas- no tiene cabida en la sesera de aquel que tenga dos dedos de frente. Si nos ponemos a rascar ávidamente con la uña en la costra que cubre el escalafón, damos con una buena, pero escasa, cepa de toreros. Así que no nos hace falta mudarnos de milenio, ni recurrir a héroes que comen tierra para defender, difundir y exigir el TOREO con mayúsculas. Que mientras siga existiendo, como todo arte y tesoro, tendrá sus falsificaciones, unas más sutiles, otras más vulgares, y a todas las seguiremos llamando destoreo.


Y el que no quiera verlo, peor para él, porque seguirá pagando por una falsificación.

viernes, 26 de marzo de 2010

José Luis Moreno en Castellón


Faena de Jose Luis Moreno a un Victorino en La Magdalena de Castellón. Hasta hoy, el toreo más caro de la temporada.


Así lo vió Javier Vellón:


El cordobés estuvo importantísimo a lo largo de toda la faena al 1º. Desde que lo recogió con el capote, bajándole la mano y sacándoselo a los medios, hasta la manera de ponerlo en suerte para el tercio de varas, Moreno rindió tributo a la lidia, ese compendio de normas técnicas cuyo fin es domeñar la casta brava. Ha sido el único ejemplo de toda la feria, quizá porque ha habido poca bravura que encauzar.
A continuación, su faena de muleta rezumó torería, en las dos series de naturales de inicio y en las de redondo posteriores, llevando siempre muy toreado a un animal que, pese a su nobleza, no era la tonta del bote. Temple y buen gusto, dominio y profundidad en lo que, sin duda, ha sido el trasteo más importante del ciclo, que el público no supo recompensar.


Germán Adsuara escribió:


En una corrida con la mayoría de los toros malos, Moreno se enfrentó a uno de los menos malos, que no bueno. Y le planteó la pelea como si de bueno se tratara, haciendo caso omiso a los avisos que el de Victorino le iba lanzando, sobretodo por el pitón derecho. El cordobés toreó largo y ligando, escapándose en cada muletazo de la cornada que al final acabó cobrando. Y cobrando pero bien. Era una tragedia anunciada. Es el precio que, de vez en cuando, pagan los héroes.






viernes, 12 de marzo de 2010

Calvo, sin espada y sin alma

José Calvo, `El Pasmo de Valencia´. Foto: Manolo Moreno


Plaza de toros de Valencia. Feria de Fallas. Segunda de abono. Menos de media entrada. Toros de Adolfo Martín para El Califa, José Luis Moreno y José Calvo.



Los toros de Adolfo, con los cinco años cumplidos y alguno casi los seis, resultaron estar vacíos por dentro, huecos de bravura, sin codicia ni fuelle. Porque por fuera estaban escurridos de carnes, con sus culos de pollo, algunos mal presentados y todos ellos tapados por las caras. Dista mucho esta ganadería de volver a ser lo que fue. Como bien reza en la lista negra: no te puedes pasar echándole agua al vino. Sus toros hoy los mataría hasta José Tomás.



El Califa se topó con un lote agrio, huelga decir que tampoco eran las alimañas que nos han pintado en algunos sitios. Con los Prieto de varilargueros es todo un poco más complicado. Al primero, le dieron tres puyazos casi en el rabo. Ni rectificar, ni gaitas, habiéndo acertado en lo negro la misión está cumplida. Algunas dudas en El Califa, que por momentos parecía nuevo en estos tipos de corrida, y cuyo principal error fue querer torear bajo los cánones actuales del toro comercial: la muleta a la derecha y a pegar unas cuantas docenas de pases. Debió de meterse con él, castigarle los costados, poderle y matar por arriba. Con el cuarto, al que le faltaban unos meses para cumplir los seis años, se repitió la historia, puyazos paletilleros, toro guasón parado y trasteo erróneo.



José Luis Moreno dejó en el segundo los mejores destellos de la tarde. No se puede hacer más con menos. Amor propio, ganas de agradar y un sentido muy clásico del toreo hace del cordobés uno de los diestros más apetecibles del escalafón. Con el quinto tampoco tuvo opciones y la faena terminó diluyéndose entre enganchones y topetazos. Sigue sumando. Canorea debería de tenerlo apuntado como el primero en la lista para una posible sustitución en Sevilla. ¡Qué menos, Don Eduardo!



A José Calvo le tocó el lote de la tarde, y posiblemente el que le hubiera permitido tomar algo de oxígeno en su carrera, pero se lo dejó ir. El primer adolfo era un bollito dulce, noblón y suavón a más no poder, un juanpedro metido en la piel de un Albaserrada. Algunos medios muletazos sueltos, unos detallitos y poco más. Lo que le sobró ayer al novillero Arévalo le faltó hoy a éste torero, trece años de alternativa, que ésta tarde ha contemplado, como las vacas que ven pasar el tren, como se le han ido tres o cuatro orejas en plaza de primera, con la televisión delante y con un equipo de palmeros dispuesto a jalearle lo que sea. Con la espada, más inocente que el 28 de Diciembre. En su segundo, otro borriquito almibarado, estuvo aún peor si cabe. Sin planteamiento de faena, sin seguridad y con un desdén más propio de una figura en plaza de tercera allá por septiembre. Reloj en mano, el torezno se debió de ir vivo a corrales, pero supongo que no es cuestión hacerle el feo a un paisano.



Mañana, el Festival de la OTI, con toros (¿?) de Valdefresno para el francés Juan Bautista, el mexicano Arturo Macías y el español Miguel Tendero.

jueves, 15 de octubre de 2009

El mal bajío de Acelerado

Foto: Burladero.com


Plaza de toros de La Misericordia. Feria del Pilar. Octava de abono. Media entrada. Toros de Antonio Bañuelos y dos sobreros de Antonio Palla. José Luis Moreno, Ferrera y Urdiales.


Empezaba la tarde con ambiente raro, tal y como se había quedado el día anterior. Había run run en los corrillos de aficionados con la dichosa polémica con los presidentes. De lo que se duda es de que haya señorío para respetar un minuto de silencio. Algunos aplaudían, otros callaban a los que aplaudían y algunos despistados se preguntaban que quién había muerto. No creo yo que sea tan difícil permanecer escrupulosamente callado durante sesenta segundos. Todo ello en recuerdo del maestro Juan Posada, descanse en paz. Los toros de Antonio Bañuelos, muy serios, desiguales de romana y de juego, tuvieron mala suerte en el sorteo pues al mejor lote les tocó en suerte Antonio Ferrera. Una pena, en otras manos se hubieran desorejado los dos pavos. Por que eran eso, dos pavos. El resto de la corrida tuvo sus momentos interesantes con algún mansito y un sexto cegato con buenas condiciones. Salieron dos sobreros de Antonio Palla que hicieron honor a su procedencia Jandilla, siendo igual de inválidos y mansos que sus parientes andaluces.


Abría plaza José Luis Moreno, que entra ya en las grandes ferias poco a poco, espero que no desaproveche la ocasión. Quizás sea la última. El caso es que entre pitos y flautas no terminamos de ver al diestro cordobés. Su primero, el peor de los de Bañuelos no dio opción ninguna, imposible que hubiera lucimiento. Pero si que hubo fue un torero ortodoxo, clásico, de los que siempre cargan la suerte e intentan mandar en el toro. Más o menos brillante, pero siempre fiel a un estilo reconocible y grato para el aficionado. El segundo de su lote fue un manso de carreta, con el que Moreno tuvo que inventarse una faena con el trasero del toro pegado a las tablas. Algún muletazo más que digno dio. Con la espada, regular. Moreno sigue puntuando.

Ferrera se llevó el lote de la feria, y lo que debió ser un triunfo rotundo, con cuatro orejas y dos grandiosas faenas, se quedó en agua de borrajas. Que difícil es ser ganadero, cuatro o cinco años criando y seleccionando estos bichos y luego el futuro de tu ganadería está en las manos de Ferrera... Para echarse a temblar. Ferrera estuvo bullidor, saltarín y simpático, condiciones que pueden ser de un torero, o de un canguro australiano, por ejemplo. A su primero se lo dejó crudito en varas , cosa que se agradece, llegando el toro al último tercio con muchísima transmisión y emoción. Se quería comer la muleta. Qué pena que Ferrera fuera fiel a sí mismo e instrumentara dos mil muletazos para las afueras, metiendo pico y echándose encima de un toro que embestía galopando en la distancia larga. La gran estocada le vale una oreja. Otra se le va al desolladero. Petición de vuelta para el toro y el presidente, una vez más fantástico, desoye la petición y niega lo que habría sido un exagerado premio.En el quinto de la tarde más de lo mismo. Encimista, ventajista y sin ningún plan ni estructura en su faena. Pega un bajonazo infame y las mulillas se vuelven a llevar arrastando otras dos orejas. Y los del Plus a lo suyo: ``que gran final de temporada está haciendo Ferrera...´´

A Urdiales lo miró un ciego hoy, y nunca mejor dicho. Le echaron para atrás un precioso toro, parece que estaba descordinado, otros dicen que era ``mal andado´´, el caso es que los dos sobreros de Palla que salieron en su lugar fueron las baratijas que se esperaban. Toros de saldo que llevan recorrida media España de corral en corral. El primero que mató fue más manso que Florito, perdón, que los bueyes de Florito quería decir. El sexto de la tarde tuvo tanta clase como falta de vista. Aún así vimos el lado más oscuro de Urdiales, que instrumentó una faena basada en la mano derecha y con muletazos tan despegados como los de Manzanares el otro día. El caso es que Diego tiene excusa, por ahora. Todo lo malo se pega.

Mañana, por fin llega el plato fuerte. Dolores Aguirre y Robleño. ¡Mucha suerte, Fernando!

domingo, 4 de octubre de 2009

Rebajas de Octubre en Las Ventas


Plaza de toros de Las Ventas. LLeno. Última de la Feria de Otoño. Toros de Victorino Martín remendados por uno de Carriquiri. Salió un sobrero de Julio de la Puerta. José Luis Moreno, Diego Urdiales y Sergio Aguilar.


Mal empezaba el dia cuando la corrida de los Victorinos no pasaba íntegra el reconocimiento veterinario. Mal presagio. Aún escuece la de Palha de hace siete días. Ahora no hay excusas. Que se sepa, Victorino no ha pedido dormir en los corrales, ni cambiar el agua de los aguaderos, ni siquiera parecía estar muy preocupado por la corrida según hemos visto en los micrófonos del Plus. No estaba preocupado porque sabía lo que había cargado en el camión. Ese camión era el de la basura. Toros chicos, sin trapío y anovillados, además de descastados y débiles. Juan Pedros con disfraces de Victorinos. Remendó la corrida un toro de Carriquiri y salió un sobrero regordío de Julio de la Puerta.

Abrió plaza José Luis Moreno, muy esperado por los aficionados. Es la revelación del año, aunque algunos ya lo conocíamos desde hace tiempo. No tuvo muchas opciones con sus oponentes. El primero fue una sardina, hace unos días en Pozoblanco toreó alguno con más trapío. Indigno para Madrid. Aún así no lo he visto también como en otras ocasiones. Tardó en coger la muleta con la izquierda y por ahí pasaron las pocas opciones que tenía de lucimiento. Demasiadas derechazos , de uno en uno y templados, pero sin sal ni picante. Cumplió. En su segundo, un toro digno del encaste bodeguero: soso, flojo y descastado, estuvo voluntarioso, sacó algún muletazo estimable pero terminó pasándose de faena y poniéndose pesado. Escuchó un aviso antes de entrar a matar. Tarde digna del cordobés, por encima de sus enemigos.

El protagonista de la tarde fue Urdiales, un torero con un corazón de león. Recibió a su primero con mucha torería y poder, aunque terminó viéndose apurado. El de Victorino se movía más rápido que el AVE, se quedaba siempre corto y desarrolló mucha guasa. Hoy me hubiera gustado ver a Castella darle a éste los pases cambiados por la espalda, manoletinas y recortes ojedistas. El riojano estuvo hecho un tío, utilizando el valor para lo que tienen que utilizarlo: para torear como Dios manda. Benditos sean los toreros ortodoxos. Sacó algunos muletazos interesantes, pero la grandeza de la faena estuvo en la tauromaquia de principios del siglo pasado: imponerse al toro y declararse ganador de esa guerra entre el animalismo y la inteligencia. Precioso el macheteo en la parte final de la lucha. Faena en blanco y negro, con olor a pelo quemado. Mató a la segunda y perdió la oreja. Vuelta al ruedo de ley, de las que valen más que la mayoría de las orejas regaladas este año en Las Ventas. ¿O alguien se acuerda ya de Pinar, El Capea o Tejela?. En su segundo, tres cuartos de lo mismo, el toro se orientó pronto y Diego anduvo en torero, con sabor añejo. Lo mató de gran estocada y recibió una gran ovación. Merecidísima.

Debe sentar mal anunciarse con una determinada ganadería y torear dos toros de diferentes propietarios. Eso es lo que le ha pasado a Aguilar esta tarde. Su primero fue un parásito, sin fuerza ninguna, un inválido que pagó los platos rotos del petardo ganadero y fue para atrás. Salió en su lugar un toro regordío de Julio de la Puerta, con esas hechuras se le acabó la gasolina enseguida. Sin opciones. El sexto, un pavo de Carriquiri, duró tan poco como una piruleta en la puerta de un colegio. Ante semejante percal Aguilar se limitó a torear con temple y gusto, toreando de salón, sin rival. Porque ese puede ser el resumen de la tarde: no hubo rivales.

domingo, 27 de septiembre de 2009

José Luis Moreno encandila en Pozoblanco

Foto: Luque Mesa



La plaza de toros de Pozoblanco se vestía con sus mejores galas en la fecha en que se cumplía el 25 aniversario de la muerte del mito Paquirri. En fecha tan señalada, y comprometedora, el rubio Moreno, en una cita que le cambiará la vida con total seguridad, se medía a seis astados de Victorino Martín. Sin ser El Cid, ni Pozoblanco ser Bilbao, la encerrona tuvo importancia, tuvo su ángel. Desde un primer momento el diestro cordobés lo dió todo y se entregó sin guardarse nada. Se lució ante los victorinos más dulzones, que fueron varios, y estuvo valeroso y macho en algún otro más incierto, marca de la casa. El resultado cuantitativo del festejo fue de seis orejas, algunas un poco baratas, aunque podría haber cortado alguna otra si hubiese estado más seguro con la espada . Pero la conclusión final de este bonito dia es la que muchos ya sabíamos: que aquí hay torero para rato. Y de los buenos...

martes, 8 de septiembre de 2009

Feria de Otoño : Más vale tarde que nunca


Dice un refrán que más vale tarde que nunca , y esto ha pasado en Madrid en 2009. Los mejores carteles del año, sin duda , los de la Feria de Otoño. Por fin podremos ver a Aparicio y Morante juntos , con Castella estorbando , pues no existe comparación entre la torería de los primeros y la del francesito. Eso sí , como buenos toreros artistas , se enfrentarán a una novillada en toda regla de Nuñez del Cuvillo , que por eso son figuras y para qué van a matar la de Palha , por ejemplo. La novillada de Montealto a priori es interesante, de los novilleros tengo ganas de volver a ver a Tomasito. Antes de la citada de Nuñez del Cuvillo , vendrá de la Joao Folque , ganadero de Palha. Se cumple la máxima de que cuando hay toro , no hay toreros. La voluntad del pequeño gran Rafaelillo y poco más . Fandiño con sus buenas formas , pero sin acabar de explotar y a Javier Valverde lo veremos por enésima vez no hacer nada , la de oportunidades que le dan a este torero. Para rematar veremos los toros de Victorino Martín , que se verán las caras con José Luis Moreno , Urdiales y Aguilar. Gran oportunidad para dar el empujón definitivo para Aguilar y Moreno , toreros que han rayado a gran altura esta temporada.

Espero no tener más sorpresas desagradables y ver salir por los toriles al toro-toro que exige esta plaza. Pero es pensar en Florito y ponerme a temblar...

martes, 1 de septiembre de 2009

Victorino marca el futuro de Jose Luis Moreno


Por fin le ha llegado su hora. La hora de colocarse en el sitio que le corresponde despues de tanta lucha y esfuerzo . Recuerda a Urdiales o a Joselillo . Matadores con valor y vergüenza torera a los que nunca públicos y empresas respetaron como se merecen. Triunfador en Córdoba , oficiosamente por delante de José Tomás , magnífico en Valencia con los Adolfos , torerísimo en Madrid y con sabor en Bilbao. Los públicos han ido poco a poco entrando en el mundo de Moreno : valentía sin aspavientos , torería , ventajas al toro , temple y mucho regusto .

Ahora le toca dar el do de pecho y situarse en primera linea de salida cara al año próximo en dos citas que se me antojan cruciales para su carrera: su encerrona en Pozoblanco con los Victorinos y la corrida en la Feria de Otoño de Madrid también con el hierro de la A coronada.
Le deseamos toda la suerte del mundo al rubio torero cordobés.

domingo, 23 de agosto de 2009

Urdiales y el Minotauro

Foto: Juan Carlos Terroso
Última Aste Nagusia. Tres cuartos de entrada. Toros de Victorino Martín . Padilla , Moreno , Urdiales.

Tuvimos que esperar a la última de feria para ver aparecer un toro digno de Bilbao. La corrida de Victorino estuvo bien presentada , con alguno , como el sexto , mastodónticos. Lo que llevaban dentro era otra cosa , que viendo como está el percal es mejor que nada , pero decepcionó la corrida. Ninguno de los de la A coronada tuvo una gran pelea en varas , además nunca quisieron ir hacia adelante en la muleta y no fueron gran cosa. La tarde fue de emociones , con las clásicas alimañas de Victorino dándole guerra a los matadores.

El phantasma de Padilla estuvo toda la tarde animando al populacho , vociferando y gesticulando, como si estuviera vendiendo periódicos o comprando oro. Le tocó un primer toro en suerte con muchas posibilidades por el pitón izquierdo , pero el Ciclón de Jerez no lo supo ver y se hartó de dar mantazos por arriba. En el cuarto no tuvo opciones , y que dé gracias a que salió por su propio pie , pues por su ineptitud e incapacidad el burel le afiló las patillas de la cara , librándose por poco de la cornada de espejo. Cabría destacar que en banderillas no estuvo tan mal como en otras ocasiones y se permitió el lujo de clavar un par de pares con inusitada ortodoxia.

Que pena que el primer toro no le tocara a Moreno y si al phantasma. Si le toca al de Córdoba le monta un lío. Muy bien colocado siempre , dando el medio pecho y cruzado con el toro. Que dulzura , con cuanta suavidad le ponía la muleta en el hocico , que pena que no acompañara el morlaco. Mucha decisión y mucha verdad en el chaval . Menos Cayetanos y más Morenos. En el quinto no tuvo tampoco opción ya que fue otra alhaja de Victorino , bastante tuvo con salir a pie de la plaza.

Diego Urdiales fue el triunfador de la tarde y probablemente de la feria al cortar una oreja de gran peso a un toraco tan grande como Gasol. Estuvo hecho un tío , se jugó la vida sin miramientos y hasta se permitió dar algún muletazo templado y hondo ante semejante tranvía. En su anterior toro la verdad es que estuvo bastante peor , pues en la primera parte de la faena el toro pedía la muleta por abajo y embistía con transmisión, pero Urdiales esta vez no lo vio tan claro.

Durante dos o tres faenas de muleta pasó algo curioso y que da a conocer el nivel de entendederas de la nueva afición del siglo XXI. Después de que el matador cogiera la espada para entrar a matar , parte del público pidió la música. Ver para creer.